La diáspora interminable de los refugiados

La diáspora interminable de los refugiados

El problema se agrava en Asia y Oriente Medio, pero países americanos como Colombia, Cuba y Haití se sitúan entre los más afectados

Más de 30 millones de personas viven refugiadas en el mundo, ya sea por guerras, conflictos civiles o dictaduras.

El problema se agrava en Asia y Oriente Medio, pero países americanos como Colombia, Cuba y Haití se sitúan entre los más afectados, mientras  EE. UU. es el destino del 60.5 % del total mundial de refugiados.

Los datos ofrecidos por la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en coincidencia con el Día de Internacional del Refugiado, que se celebra cada 20 de junio, siguen siendo desgarradores: el número de refugiados en el mundo aumentó por primera vez desde 2002, debido mayormente a la crisis en Irak.

El informe “Tendencias mundiales 2006” del ACNUR, revela que a finales del año pasado, el número de desplazados internos protegidos o asistidos por este organismo de Naciones Unidas alcanzó un récord de cerca de 13 millones (más de la mitad de la población total estimada de desplazados internos en el mundo entero), casi duplicando la cantidad del año anterior.

Esta es la mayor causa del marcado incremento del número total de personas bajo los mandatos del ACNUR, de 21 millones en 2005 a casi 33 millones en 2006.

El conflicto de la región sudanesa de Darfur es uno de los más conocidos internacionalmente en los últimos años, en parte debido a la implicación en su solución del estrellas del cine como George Clooney, Angelina Jolie o Brad Pitt.

Y no es para menos, porque la ONU lo ha considerado uno de los peores desastres humanos de este siglo XXI.

Las cifras de Darfur son escalofriantes: desde que en febrero de 2003 los grupos rebeldes del Movimiento Sudanés de Liberación (MSL) y el Movimiento Justicia e Igualdad (MJI) se alzaron en armas, unas 200.000 personas han muerto y dos millones más se han visto forzadas a abandonar sus hogares y a alojarse en campos de refugiados en Sudán y Chad.

Pero la situación también ha empeorado en el sur de Asia; Pakistán, por ejemplo, acoge a millones de afganos desde hace 25 años, pero la llegada de las tropas de la OTAN a Afganistán y el establecimiento de una precaria democracia han servido como excusa para que, desde hace unos años, las autoridades paquistaníes les presionen para volver a su país.

Las autoridades de Islamabad alegan que los campos de refugiados son un caldo de cultivo para la formación de militantes talibanes, en un clima de constantes sospechas y acusaciones de que los insurgentes usan suelo paquistaní como base de operaciones para lanzar ataques sobre Afganistán.

Unos tres millones de afganos han vuelto a su país desde la entrada de la OTAN en Afganistán, pero muchos todavía continúan en los campos.

En la India rehace su vida también uno de los grupos de refugiados más conocidos por todo el mundo: el que forman unos 65.000 tibetanos, encabezados por el Dalai Lama, que tienen su gobierno en el exilio en la localidad norteña india de Dharamsala desde la invasión china del Tíbet en el año 1959.

A su vez, China es receptor de los norcoreanos que huyen del aún más tiránico régimen comunista de su país; unos 300.000 según organizaciones pro derechos humanos.

Pekín, sin embargo, no los reconoce como refugiados, ya que tiene acuerdos con Corea del Norte -aliado ideológico- en los que las autoridades chinas se comprometen a perseguir, detener y repatriar a los norcoreanos que huyen del hambre y la represión.

Pero la aplicación de estos acuerdos es difícil, debido al alto número de huidos y a que éstos se camuflan en las comunidades rurales del nordeste de China. Aquí,  existe una importante población de etnia coreana con el mismo idioma y costumbres.  Los Refugiados en América

La diáspora mundial de los refugiados tiene como principal punto de destino Estados Unidos, adonde llega un 60.5 % del total según un estudio que acaba de publicar el Instituto de Política Migratoria (MPI) de ese país.

En América destaca el caso de Colombia, considerado, después de Afganistán, el país del mundo con mayor número de «refugiados internos» o «desplazados» atendidos por la ACNUR, que calcula que esta nación latinoamericana tiene 2.5 millones de personas en esa situación.

Ecuador, por la vecindad, es uno de los destinos preferidos de los colombianos que buscan huir del conflicto interno que desde hace más de cuatro décadas desangra su país.

Según ACNUR, de los más de 500.000 colombianos que hay en Ecuador, unos 250.000 necesitan protección internacional. De ellos, cerca de 45.000 han pedido el estatuto de refugiado al gobierno de Quito y unos 14.000 lo han recibido, según datos oficiales. En Venezuela viven más de 200.000 colombianos que se han desplazado a este país para «evitar ser asesinados o impedir que sus hijos sean reclutados por la guerrilla o los paramilitares», según el representante del ACNUR en ese país, John Fredikson. Otros colombianos han emigrado a Costa Rica, donde viven unos 10.000 y constituyen el grupo más numeroso entre las cerca de 13.000 personas que alberga como refugiados esa nación centroamericana. Cada mes, las autoridades de Migración y Extranjería de Costa Rica reciben un promedio de 130 solicitudes de refugio, la mayoría tramitadas por familias colombianas, aunque también llegan casos de Cuba y Haití.

Cuba también tiene un alto número de personas que buscan refugio en el exterior, principalmente en EE. UU., donde ocupan la tercera posición en número de solicitudes, detrás de Somalia y Laos, según el estudio publicado por el Instituto de Política Migratoria (MPI).

 Los haitianos, cansados de la violencia y la miseria en su país, también buscan refugio en Estados Unidos y en la vecina República Dominicana.

 Entre 1.200 y 1.500 haitianos esperan que el gobierno dominicano les otorgue refugio y algunos de ellos llevan años sin respuesta, lo que evidencia la «falta de voluntad» de las autoridades dominicanas frente a esa situación, dijo a Efe Sergio Rodas, del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes., (SJRM).

En Panamá, hay más de 2.000 personas reconocidas como refugiadas o que mantienen un estatus especial único, según cifras de diciembre de 2006 de la oficina de ACNUR en el país.

El Salvador, que fue un país de refugiados por la guerra civil, ha reconocido desde el  2000 esa condición a 65 extranjeros, de los cuales 29 son nicaragüenses, 33 colombianos, dos de Sri Lanka y uno ruso, según una fuente de su Ministerio de Exteriores.

El fenómeno de los refugiados también se constata en Argentina, donde hay más de 3.000 personas procedentes de más de 50 países de Asia, África, América y Europa, según datos de ACNUR.

En noviembre pasado, el Congreso argentino promulgó la ley de protección a los refugiados, que les garantiza derechos a la educación, salud y trabajo, además de facilidades para los trámites de documentación. Buenos Aires fue declarada en noviembre de 2006 por ACNUR como «Ciudad solidaria con los refugiados», distinción nunca concedida a una urbe latinoamericana.  Brasil ha otorgado refugio a casi 3.600 personas de cerca de 40 países, en su mayoría africanos, que huyen de guerras civiles o son perseguidos por causas fundamentalmente políticas, según datos oficiales hasta finales de 2006.

En Brasil han buscado refugio principalmente africanos procedentes de países de lengua portuguesa, como Angola y Mozambique, que también fueron azotados por guerras internas.

El Comité Nacional para los Refugiados (Conare) señaló que el año pasado recibieron el estatus de refugiado en Brasil 116 extranjeros.
EFE/Reportajes

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