La dicotomía económica

La dicotomía económica

POR LUIS MANUEL PIANTINI M
La pasada semana el Gobierno Venezolano anunció una devaluación de su moneda en un 12%, disminuyendo su cotización frente al dólar a $2,150 bolívares. Durante los dos últimos años, su Banco Central ha duplicado las Reservas Internacionales aumentándolas en US$ 12,000 millones y su tasa de cambio oficial se ha devaluado en alrededor del 70%.

Entonces con ese rápido aumento en sus reservas, ¿porque devalúa Venezuela? Porque los activos internacionales corrientes del Gobierno Venezolano son mayores que sus pasivos corrientes y como el 50% de sus ingresos fiscales los generan las exportaciones petroleras, las devaluaciones aumentan los ingresos del gobierno para hacerle frente o a su déficit fiscal equivalente al 5.6% del PIB o a mayores gastos dependiendo de sus objetivos de política, que dada sus ejecutorias tiene caracteristicas populistas, denegando los extraordinarios  progresos realizados por la China Continental.

También en el caso de Venezuela las devaluaciones tienen como objetivo utilizarlas como un mecanismo de aumento arancelario para desalentar las importaciones y proteger artificialmente la produccion nacional (lo cual en un momento coyuntural podría ser efectivo como política de corto plazo), un mecanismo mas dentro de las nuevas políticas que su Gobierno esta poniendo en ejecución y que fueron causas de la llamada década perdida de los ochentas. Esas nuevas políticas estan desalentando las inversiones privadas, principalmente extranjeras, ya que según los índices de Libertad Económica, de Standard and Poor y de Mody»s, este país se encuentra en el nivel internacional mas bajo de sus escalas.

En el caso dominicano las Reservas Internacionales del Banco Central han experimentado un aumento superior a los US$450 millones en los últimos seis meses. Las Reservas Netas arrojaban un balance negativo a la llegada de las nuevas Autoridades Monetarias. Pero en el caso dominicano la moneda nacional se ha apreciado durante ese periodo en 34%, y con relación a la tasa de cambio promedio establecida para diseñar el Programa con el FMI y por tanto las cuentas fiscales, la actual tasa de compra del mercado tiene una apreciación del 25%.

¿Por qué las autoridades nacionales han permitido tal nivel de apreciación de la tasa de cambio?, a mi entender por varias razones; afianzar el choque en las expectativas favorables sobre la permanencia de políticas prudenciales dirigidas al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica; prolongar el efecto que sobre la reducción de precios de los bienes importados tiene la apreciación, donde en mercados imperfectos este periodo es mas prolongado por la resistencia hacia la baja que ejercen los canales de comercialización y distribución de bienes; y porque al contrario de Venezuela las cuentas del gobierno dominicano con el exterior son deficitarias o sea que sus pasivos externos corrientes (pago del servicio de la deuda y otros gastos en el exterior) son mayores que sus ingresos corrientes (impuestos aduanales, impuestos sobre la produccion y exportación de ferroniquel, tarjetas turísticas, tasa de salida al exterior, ingresos consulares).

 

Por el lado del pasivo corriente el servicio de la deuda externa en los últimos cuatro años prácticamente se duplicó, llegando en el presente a representar casi el 40% de sus gastos fiscales, razón por la cual se estan reestructurando esos pagos. Por el lado de los ingresos, los de aduana, que en pasadas décadas llegaron a representar mas del 40% del total de los ingresos fiscales, han comenzado a reducirse rápidamente como consecuencia de los compromisos asumidos por el país en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el año 1994, y en los recientes firmados acuerdos de libre comercio con los países del Caribe y Centroamérica. Y estos ingresos acelerarán dramáticamente su disminución con la entrada en efectividad en los próximos meses del concertado con los Estados Unidos de América y en los próximos dos años con la Unión Europea, Taiwán y posiblemente MERCOSUR y el Canadá. 

La Republica Dominicana, contraria a Venezuela, ha apostado a la apertura económica como instrumento básico que le permitirá impulsar un crecimiento económico sostenido, para aumentar los niveles de vida de su población.  Pero también para convertir en realidad ese objetivo, las políticas públicas internas se deben de dirigir a apoyar al sector privado en sus esfuerzos de incrementar sus niveles de competitividad, que en la actualidad son bajos.

Esta estrategia se ve enfrentada a una doméstica dicotomía económica. Por un lado tenemos un sub-sector de exportación compuesto por las zonas francas, las cuales aunque estan dando muestras de agotamiento en su estructura inicial de expansión integradas mayormente por empresas ensambladoras de ropas, producto de una agresiva competencia externa y modificación de reglas en el comercio internacional,  gozan del ambiente menos imperfecto para competir al no tener cargas impositivas y trabas burocráticas, lo que les ha permitido crecer rápidamente durante las dos ultimas décadas. Este subsector ha iniciado un proceso de integración vertical y de diversificación en su produccion de bienes y de servicios exportables para adecuarse a las nuevas realidades de ese comercio, y deberían también diversificar sus mercados principalmente hacia el europeo, que no han sido aprovechadas las ventajas de que gozamos en aranceles preferenciales por ser un país ACP desde hace 15 años.

Por el otro lado tenemos a las exportaciones llamadas nacionales, cuyo valor ha decrecido en las ultimas décadas y que se encuentran, al igual que las empresas destinadas a suplir el consumo domestico, enfrentadas a elevados costos en su proceso de produccion y a trabas burocráticas que les han imposibilitado competir en los mercados externos y que han comenzado a perder el doméstico. Un ejemplo de esta aseveración es el aumento deficitario en el comercio con Centroamérica de Alrededor de US$100 millones despues de la entrada en vigencia del TLC. Y eso es solo con Centroamérica con cuyos países tenemos economías similares pero cuyos costos energéticos, financieros, cargas arancelarias e impositivas son más reducidos que los nuestros.

 

En su alocución ante la Asamblea Nacional el pasado 27 de Febrero, el Presidente Leonel Fernández, esbozó un programa de medidas y reformas en los sectores sociales que de ejecutarse, podría constituirse en el rompimiento del viejo modelo de los políticos dominicanos en el ejercicio del poder público, y el surgimiento de un nuevo paradigma tendente a mejorar sustancialmente en el mediano y largo plazo la productividad de los recursos humanos del país, permitiendo a la población marginada que se mantiene excluida del progreso logrado por la Nación en las ultimas décadas, a integrarse al mercado de consumo e inversión y por tanto al proceso de crecimiento y distribución de las rentas nacionales.

Mayores gastos y su eficiente aplicación en las áreas de la educación básica y tecnológica, salud,  vivienda y expansión en el adiestramiento y uso de la tecnología de la información, conjuntamente con las reformas que se estan llevando a cabo en la mejoría del sector eléctrico y en las áreas financieras y de la administración pública para lograr un mejor control en el uso mas transparente y eficiente de los recursos y servicios públicos destinados a su administración, son parte de los soportes necesarios que impulsaran nuestras dormidas potencialidades, reduciendo a su vez las tensiones sociales y políticas, haciendo de nuestro país un sostenible competidor  y un mercado mas atractivo para la inversión extranjera. Pero todas estas son medidas cuyo tiempo de maduración se extiende al mediano y largo plazo, o sea que sus efectos positivos sobre la economía solo los veremos en ese tiempo.

En una reciente conferencia auspiciada por la ANJE, el economista dominicano Carlos Asilis, demostró mediante un conjunto de indicadores sociales de los países que conforman las Naciones Unidas, que aquellos que se ubican por encima de la media en el gasto social son los que han alcanzado mayores niveles de desarrollo. Y el Programa enunciado por el Presidente va dirigido al logro de este propósito y al cumplimiento con los Objetivos del Milenio de reducción de la pobreza a lo que se comprometió el país, no obstante que los viejos políticos dominicanos manifestaron su decepción con el discurso presidencial, pues para su accionar tradicional este nuevo paradigma no es entendible ni significa nada.

España que despues de su integración a la Unión Europea, ha sido una de las economías mas dinámicas de ese conjunto de países durante la ultima década, podría enfrentar una difícil situación externa que afecte negativamente su crecimiento económico en un corto periodo de años; elevado déficit corriente de la balanza de pagos; recorte de los fondos estructurales de la Unión Europea, que son buena parte del financiamiento de ese déficit, debido al ingreso a la Unión de las economías de Europa del Este de menores desarrollo relativo; mayor competencia de esas economías por los bajos costos laborales y menor carga fiscal  (estos se encuentran en una carrera de reducción de impuestos directos a las empresas por ejemplo, el ministro de economía de Georgia que no pertenece a la UE, anunció que eliminará los impuestos a las empresas) lo que esta desplazando inclusive la produccion de empresas españolas para instalarse en esos mercados; y una apreciada tasa del Euro que afecta a sus exportaciones y turismo de la zona del dólar. Ademas enfrenta una burbuja en su mercado inmobiliario y un mercado imperfecto en sus canales de distribución que, pese a la apertura y estabilidad monetaria, ha mantenido su tasa de inflación por encima de la del resto de los países europeos.

Frente a este preocupante panorama para el mediano plazo, el Gobierno español la pasada semana, lanzó un programa de reformas algunas de las cuales deberán contar con la aprobación legislativa, dirigido a mejorar el ambiente de competencia empresarial en ese país, actuando anticipadamente con el fin de evitar un mayor deterioro de su sector externo con el surgimiento de un proceso recesivo que deteriore la sorprendente ganancia que en calidad de vida ha acumulado el pueblo español durante las dos ultimas décadas.

El mundo que nos rodea es totalmente diferente al que existía en la década tan cercana como la de los noventas, es un mundo interconectado a tiempo real, compuesto por países sumamente competidores y agresivos buscando capturar los mismos mercados de consumidores e inversores los que se desplazan rápidamente de un país a otro buscando rentabilidad.

Así como estan actuando las autoridades de otros países anticipándose a enfrentar los problemas, el Congreso Nacional dominicano necesita actuar a tiempo pero con mesura. Recientemente nuestros legisladores derogaron la ley que aumentaba el arancel a los edulcorantes de maíz porque ponía en peligro la aprobación del TLC con Estados Unidos de América, sin embargo cuando se pensó que esa decisión iba dirigida a la aprobación de dicho tratado con leyes complementarias, desde entonces, nuestros legisladores se han dedicado a cuestionar el mismo tratado y a su negociación, y a viajar a los Estados Unidos en vez de conocer en aquellos países de nuestra área, cuales políticas han logrado que sus empresas sean mas competitivas que las nuestras.

Mis recomendaciones a los señores legisladores van dirigida a que destinen su preciado tiempo a la concertación de leyes complementarias al tratado que mejoren la competitividad de los sectores mas afectados por la apertura, ya que ellos no pueden modificar ni una coma del mismo, a menos que estén dispuestos a desaprobarlo. Que aprueben el préstamo del BID, que tienen estudiándolo mas de seis meses, dirigido a fortalecer nuestra capacidad negociadora de los tratados, de administración de los concertados y de promoción de las exportaciones e inversiones, y las leyes que forman parte del acuerdo financiero con el FMI para que este no sucumba nuevamente por nuestro accionar irresponsable.

Y al Gobierno, que mientras empiecen a madurar las medidas de mediano plazo, implemente gradualmente medidas de corto plazo que tiene a su disposición, ya restablecida la estabilidad macroeconómica y demostrada su firme disposición de mantenerla, que la confianza no se va a afectar porque todos conocemos las claras convicciones y la experimentada capacidad del Gobernador del Banco Central en esos manejos. De esta forma mejorarán los niveles de competitividad de las empresas nacionales, incluyendo las de zonas francas, que tan urgentemente se encuentran necesitadas de las mismas, de manera de no incrementar nuestra población desempleada, con sus perjuicios sociales, mas allá de los efectos que sobre esta puedan causar las modificaciones en las reglas del comercio internacional.

Complementariamente, dada su actual restricción  fiscal, y hasta que se realice la próxima reforma tributaria, el Gobierno podría comenzar a transferir gradualmente al régimen de zonas francas, ramas industriales, agroindustriales y agropecuarias nacionales, que generan montos reducidos de impuestos, y aquellas que requieran ese régimen para competir, de manera de ir integrando estas empresas y las  nacionales a un mismo mercado nacional y régimen impositivo y arancelario, hasta su unificación en el año 2008, cuando concluye el periodo otorgado por la OMC a las zonas francas como empresas privilegiadas frente al resto de las nacionales en su régimen impositivo.

En una interesante entrevista realizada por el periodista Mario Méndez al experto internacional Ramón Tejeiro exDirector del Programa de Apoyo a las Pequeñas Empresas Privadas, aparecida el pasado 2 de los corrientes en la sección económica de este diario, este experto señalaba que los pequeños  empresarios le expresaban que sus mayores ganancias habían ocurrido en los dos últimos años, por ejemplo el caso de la construcción de piezas y artesanías ( tal y como señale recientemente sobre el aumento en el ingreso durante el mismo periodo que se produjo en los beneficiarios de remesas, que son también grupos de bajos ingresos que mejoran la redistribución de la renta nacional y que según un estudio del BID representan el 38% de la población adulta dominicana).

También Tejeiro indicaba sus debilidades al señalar que éstos, no tienen la cultura del ahorro para invertir. La misma afirmación que han hecho empresas que han desviado su inversión de México hacia la China Continental. Parecería ser que desgraciadamente los latinoamericanos, y no los asiáticos, que en eso nos llevan mucha gabela, estamos atrapados en la cultura del cortoplacismo, haciendo parches cuando nos estamos ahogando o poniendo el candado despues que nos roban, comprando a elevado costo la afirmación de Keynes de que en el largo plazo todos estaremos muertos. Edifiquemos el país construyendo el futuro en el presente y borremos de nuestra cultura el «Comamos y bebamos todo lo que podamos, que mañana, otro día será».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas