La dieta buena para sus huesos

La dieta buena para sus huesos

La mayoría de la gente cree que los huesos son inertes, que están como muertos; sin embargo están vivos, son tejido activo. Hasta la adultez, en los años de juventud, los huesos crecen en extensión y anchura, pero entonces, en medio de la etapa adulta, empieza la pérdida de hueso.

Sus huesos absorben y liberan calcio y otros minerales constantemente, dependiendo de muchos factores (como las hormonas que produce el organismo, la cantidad de ejercicio que hace, su dieta, y sus genes).

En la obra de teatro «La tempestad», Shakespeare habla de un ahogado «a cinco brazas de profundidad», cuyos huesos se convirtieron en corales, una apropiada metáfora para la dinámica, la calidad siempre cambiante de los huesos.

El calcio es el bloque de construcción básico del hueso, pero los huesos necesitan muchos otros nutrientes con el fin de mantenerse fuerte y saludable, mientras envejece. La pérdida de masa ósea es particularmente severa en las mujeres durante los primeros cinco a 15 años después de la menopausia. Pero los hombres también pierden hueso, y ellos también a la larga pueden desarrollar osteoporósis, lo que provoca fracturas y discapacidad.

La mayoría de las personas saben que consumir calcio es esencial para la salud de los huesos. Pero también muchos otros nutrientes: es asombrosa la cantidad de estos que entran en acción.

Vitamina D: Sin la D, su organismo no puede absorber el calcio. Su piel produce vitamina D cuando se expone a la luz del sol. La leche viene fortificada con esta vitamina, y las multivitaminas la contienen.

Fósforo: Un mineral clave en la formación del hueso, necesario toda la vida. Es abundante en la dieta.

Vitamina C: Ayuda a producir colágeno, el tejido conectivo que mantiene unido al hueso. También puede proteger el hueso del daño de los radicales libres. Abundante en muchas frutas y vegetales.

Vitamina K: Ayuda a sintetizar tres proteínas en el hueso, necesarias para la fuerza. También notable por su papel en la coagulación de la sangre. Puede ayudar a prevenir fracturas en la cadera. Abunda en el brécol y los vegetales de hojas verdes. La mayor parte que usted necesita de K la producen las bacterias intestinales.

Magnesio: Importante para la formación del hueso. Abunda en los vegetales verdes, legumbres y nueces.

Potasio: Ayuda a promover una buena densidad de minerales, y reduce la pérdida de calcio. Abunda en las frutas, vegetales y otras fuentes.

Vitamina A: Tiene doble filo. Usted necesita alguna para tener huesos saludables. Pero demasiada (más de 6,000 IU al día en alimentos y suplementos) puede causar pérdida de hueso. Busque un suplemento de multivitaminas con no más de 5,000 IU de vitamina A, de la cual al menos 40% debe estar en forma de beta caroteno. El beta caroteno es seguro para los huesos.

Zinc, cobre, manganeso y boro: Estos minerales promueven huesos fuertes y ayudan a desarrollar y mantener el colágeno. El zinc se encuentra en los mariscos, carnes e hígado; el cobre, en las nueces, moluscos, frijoles y el chocolate; el manganeso en los cereales integrales, nueces, bayas, frijoles, moluscos y el té: el boro, en los productos lácteos y las legumbres.

Flúor: Ayuda a incrementar la densidad mineral ósea (además de que evita el deterioro de los dientes). Beber agua con flúor puede ayudar a fortalecer los huesos, aunque las pruebas no son definitivas.

Hierro: Necesario para la formación del hueso y colágeno. Las carnes rojas, de aves y el pescado, son ricos en hierro, al igual que los cereales fortificados y algunos vegetales. Los alimentos ricos en vitamina C ayudan a absorber el hierro que aportan vegetales y frutas.

Vitaminas del grupo B: Las vitaminas B6, B12 ye el folato pueden bajar los niveles en la sangre de la homocisteína (un aminoácido). Hay algunas pruebas de que las personas con niveles elevados de este aminoácido tienen un incremento en el riesgo de osteoporósis. Aunque no se sabe todavía si consumir estas vitaminas realmente ayudará a proteger los huesos y reducir los vegetales, en particular los de hojas verdes, además de productos lácteos sin o bajos en grasas, y cereales fortificados. Las mujeres con más de 50 años y los hombres de más de 65 deben consumir entre 1,200 y 1,500 miligramos de calcio diariamente; otros adultos, no menos de 1,000 mg.

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