La DIGESETT: ¿Incursiones nocturnas?

La DIGESETT: ¿Incursiones nocturnas?

Rafael Acevedo

Son las 8:00pm, la oscuridad es casi completa en ese tramo de la Kennedy con Lope de Vega. Una luz roja “flasheando”: es un patrullero de policía; hay varios vehículos detenidos en secuencia. Un accidente, es lo primero que uno piensa. Los agentes ordenan que nos detengamos. Son de DIGESETT. Nos detenemos junto a uno de los agentes. -Párese a la derecha – nos ordena. -¿Qué sucede agente? -Usted ha hecho un giro prohibido -responde.
Como trabajo cerca del lugar, conozco perfectamente el caso. Cuando se va de sur a norte por la Lope de Vega, no hay una sola señal vertical ni horizontal que indique la tal prohibición. Se lo he explicado a directores de Digesett. Una vez quisieron multarme por infracción, ante el juez demostré que no hay tal señalización y, desde luego, me descargaron.
Lamentablemente, la policía de tránsito parece hoy día más desmoralizada que otras veces. No los culpo directamente, porque el desastre urbano, particularmente en cuanto a circulación, es tarea que requiere de un plan muchísimo más serio, mucho más recursos. Sobre creatividad y constancia.
Es desconsolador ver oficiales y clases de tránsito hacer un triste papel en nuestras calles. No solo porque pocos motociclista los respetan, sino principalmente, porque no ponen en práctica instrucciones tan básicas como la de evitar la monta y descarga de pasajeros de concho en las inmediaciones de las esquinas.
Las infracciones a la luz solar son tantas, que tal vez prefieran sorprender a incautos que no conocen la ley, que en lugares oscuros, sorprendidos como por asalto, se dejarán colocar las multas sin chistar, cansados, afanados por no llegar demasiado tarde a sus hogares.
Preocupa más cuando habiéndose denunciado a “la superioridad” estas acciones irregulares, ilegales e ingratas, nada se haya hecho. Lo que se presta, además, a la sospecha de actuaciones fuera de control, acaso con fines inconfesables.
Precisamente cuando tanto hay que hacer para organizar la circulación vehicular, causa mayor preocupación que se desplieguen recursos, precisamente, cuando giros como este no representan peligro para nadie en intersecciones a esas horas ya tan poco transitadas.
La pregunta podría ser si es que los agentes están siendo obligados a cumplir cuotas de infracciones. Quiera Dios que no se trate, como en otros casos, de alguna otra cosa peor.
Dicho sea aparte y en justicia, hay muchos agentes y oficiales de la Digesett que merecen el mayor respeto ciudadano, fajados de sol a sol en ese tráfago inmisericorde de nuestras calles.
Si el interés de la DIGESETT fuere el de mejorar su “performance”, conocemos ciudadanos comunes y especialistas que se han ocupado seriamente del tema por décadas, que podrían ayudar a mejorar las estrategias de ordenamiento de la circulación vehicular.
Pero nunca será necesario y si irregular, y peligroso estar “cuidando la seguridad nocturna” en lugares solitarios.
Por cierto, ese tipo de acciones no compagina con que intersecciones tan desastrosamente congestionadas como, por ejemplo, la Isabel Aguiar con 27 de Febrero, no haya un solo agente operando a las doce meridiano de cualquier domingo.

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