La dimensión ética de la Ley de
Libre Acceso a la Información

La dimensión ética de la Ley de<BR>Libre Acceso a la Información

MIGUEL SUAZO
A veces hay una marcada intención de deslindar lo legal de lo moral y ciertamente son dos instancias separadas pero vinculadas. Lo moral es el espíritu de lo legal.

En este caso la ley 200-04 se convierte en instrumento cuando ella y su reglamento obligan a establecer Oficinas de Acceso a la Información (OAI), a tener un(a) Responsable de Acceso a la Información (RAI) y sanciona el incumplimiento de las mismas. Es legal por que obliga por vía coactiva, es moral porque reconoce el derecho de las personas a ser informadas sobre lo que le es propio y otros les administran.

Parecería contradictorio pero es una realidad el reconocer a que se nos esté obligando por vía de la ley a ser morales, cuando ambos son dos espacios separados, pero ante la desaparición histórica de la obligación moral por el incumplimiento de los estados, ésta ha requerido de condicionantes que permitan exigir de forma coercitiva que actuemos bien.

El marco jurídico de la modernidad está imponiendo a través de leyes una serie de instrumentos para la rendición de cuentas. Podemos verlo en esta misma ley, en la de compras y contrataciones, en las de auditoría social, declaración jurada de bienes. Estas acciones debieran operar automáticamente como parte de la moralidad pública y personal pero al no ocurrir tuvo la ley que imponerse como norma.

El legado moral de lo legal lo estamos construyendo para dejarlo como herencia a las nuevas generaciones y con el propósito de que en ellas la moral vuelva a normar como parte de las costumbres, independientes de que exista la ley.

La tarea de construir la democracia tiene que pasar por este tránsito y reconocerlo como un camino válido, de no verse en perspectiva estaríamos cayendo en la trampa de estar llenando de leyes al país y sobre todo cuando existe la visión popular de que las leyes no se cumplen.

El trabajo honesto de quienes trabajamos en este proceso será el de dar visos de crédito con las acciones a lo que se escribe. Dar fundamento moral a lo que se proclama en los papeles, demostrar a la ciudadanía que si bien la corrupción es histórica, se puede tener y estar en el Estado sin serlo y trabajando con visión de futuro.

Esto no puede sr un justificante de nada. Hay  que seguir trabajando en lo bueno y denunciando lo malo. Ahora lo importante es aprovechar estos instrumentos legales y validarlos para que la gente les crea y los use. Esa es la tarea ética de trabajar en base a lo legal. La Ley de Libre Acceso a la Información nos da esta oportunidad y es justo que la aprovechemos.

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