La diplomacia presidencial

La diplomacia presidencial

El principal embajador o promotor por excelencia de un país, es el Presidente de la República. Y cuando terminan sus funciones y el tiempo para el cual fue electo, entonces como ex presidente sigue siendo un promotor natural de su nación.

Cuando estuve en Corea del Sur como diplomático, eran frecuentes que se organizaran las llamadas giras presidenciales. Y había una planificación de esos viajes según los intereses de esa nación: para aumentar las exportaciones coreanas, buscar importaciones estratégicas, como petróleo u otros productos vitales para su industria o simplemente atraer turismo o promover su cultura.

Y cuando se realizan foros internacionales y el primer mandatario tenía que asistir, se aprovechaba al máximo su estadía precisamente para que sus acompañantes, empresarios y ministros formalizaran acuerdos de cooperación de interés para su país. Se trata de aprovechar al máximo las oportunidades internacionales.

Cada vez que el presidente Danilo Medina sale a una comunidad tiene que gastar o invertir del presupuesto de la nación. Y ese es su trabajo. Y debemos aplaudirlo. La gente lo aprecia y lo necesita. Pero cuando sale al exterior, y toca puertas ante grupos de empresarios o ante jefes de otros Estados, alguna inversión se consigue, alguna cooperación se hace. Alguien conoce al país y se motiva a venir, aunque sea de turista o como inversionista.

Afortunadamente, el ex presidente Leonel Fernández ha cosechado unas relaciones internacionales que están por encima de la que tienen muchas personas o instituciones locales o nacionales. Tiene una proyección internacional tan grande que jefes de Estado lejanos lo reciben y hasta lo invitan para pedirle consejo y asesoría.

El profesor Juan Bosch no se equivocó cuando dijo que Leonel, aun siendo un joven abogado, sin ningún puesto público, era una mina de oro. Pero a veces, el sectarismo, los intereses grupales, la ambición, las pasiones, la ingratitud no deja percibir la verdad de las cosas.

Recientemente, el ex presidente Fernández participó en el Foro Económico Mundial en Dubai con más de 700 lideres mundiales. Y aquí si la prensa no lo dice, pocos nos enteramos. Entretanto, la vicepresidenta y Canciller de Panamá, para poner un ejemplo, también asistió pero lo hizo para sostener relaciones bilaterales con los Emiratos Árabes Unidos, promover inversiones en el área de logística, marítima, aerocomercial y telecomunicaciones. El alcalde de Santander, en España, fue también para promover su ciudad.

Cuando los fariseos le preguntaron si se debía pagar impuestos al César, aunque no le gustara a muchos, Jesús le dijo: Denle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. (Marcos 12:17)

Y así como Danilo Medina es la principal autoridad y el embajador número uno de la nación, el ex presidente Fernández es otra autoridad. Y a ambos debemos respetarlos y hasta orar por ellos. Y en aprovechar sus agendas en el exterior en beneficio de la nación, de eso trata la diplomacia presidencial.

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