La distracción, la no aplicación de las técnicas de manejo defensivo, las condiciones ambientales y la imprudencia son las causas más frecuentes de accidentes de tránsito en República Dominicana, asegura el Manual del Conductor publicado recientemente por la Compañía Shell, con el propósito de contribuir a minimizar los riesgos de manejo en calles y carreteras.

Prologada por el ingeniero Rafael Maradiaga, representante del Grupo Shell en el país, la publicación cita también, como factores de riesgo, la ignorancia, la indiferencia, la temeridad, los hábitos de trabajo incorrectos, el mal ejemplo, la pereza, el temperamento difícil, las limitaciones físicas, el sueño y la falta de entrenamiento en el trabajo de chofer.

«Los riesgos de la conducción son bastante altos. El conductor tiene que estar preparado para manejar a la defensiva, porque va a ser constantemente agredido y debe defenderse de la agresión… nunca agredir. Debe estar consciente de que está en un medio hostil, con el compromiso de preservar los bienes de terceros, la integridad del vehículo, el medio ambiente, su vida y las vidas de los demás», indica el manual.

La ignorancia y la falta de experiencia en el manejo se reflejan en la incapacidad para conocer una condición peligrosa o el riesgo creado temporalmente por otra persona.

Asimismo, muchas personas asumen una actitud indiferente o temeraria ante estos riesgos, jactándose incluso de sus imprudencias. En algunos casos, hay malos hábitos de manejo en conductores veteranos, los cuales son copiados por choferes noveles, y, en otros, el deseo de realizar el trabajo rápidamente para después holgazanear provoca accidentes.

«La falta de control emocional puede conducir a realizar actos inseguros», advierte Shell, al tiempo que asegura que la escasa visión, la mala audición o un estado general de salud precario son también causas importantes de accidentes en calles y carreteras.

La empresa líder mundial en combustibles y lubricantes advierte sobre el peligro de conducir con sueño: «El sueño es el estado funcional periódico del organismo, y especialmente del sistema nervioso, el cual se encuentra suspendido durante el estado de vigilia. Se debe dar descanso apropiado al organismo para que no nos veamos afectados y se produzca un accidente».

La solución propuesta por Shell para disminuir el riesgo de fatalidades en las vías públicas es la práctica del manejo defensivo, el cual permite terminar cada viaje sin accidentes, sin violaciones de tránsito, sin abusar del vehículo, sin descortesías y sin demoras.

Antes de comenzar la jornada, el conductor debe haber descansado lo suficiente el día anterior, chequear minuciosamente su vehículo y tomar las medidas siguientes:

 Distancia de seguimiento segura
 Adaptarse a las condiciones de la carretera
 Adaptarse a las condiciones del clima
 Cumplir con los períodos de descanso
 Revisar el vehículo durante el viaje
 Mantenerse atento
 Estar preparado para lo inesperado
 Respetar las leyes de tránsito
 No ingerir bebidas alcohólicas en horas laborables
Comunicar a su supervisor si está tomando algún medicamento

El objetivo de la conducción defensiva es evitar situaciones de emergencia en las vías públicas mediante la concienciación sobre el manejo adecuado, el perfeccionamiento de las técnicas de observación, percepción y anticipación; y la preparación del conductor para que evalúe y responda correctamente a situaciones inesperadas.

De acuerdo con el manual de Shell, el conductor defensivo debe tomar en cuenta continuamente las características del vehículo, la falta de destreza, conocimiento e imprudencias de otros conductores, el comportamiento errático de peatones y ciclistas, el comportamiento imprevisible de los animales, las condiciones climáticas peligrosas y las características de riesgo de las carreteras, como curvas y puentes, obstrucciones.

En su «Manual del Conductor», la Compañía Shell hace un recuento de los puntos más peligrosos existentes en el país, por el elevado número de colisiones que allí se verifican. Algunos de ellos son:

 PROXIMIDADES

 La bajada de Yoya en Haina, antes de Piedra Blanca
 La entrada de Sea Land, en la carretera Sánchez
 La bajada de Quita Sueño, antes de llegar a la entrada de Haina
 El 12 de Haina
 La avenida de la Refinería Dominicana de Petróleo
 La curva de Pollo Veloz
 La curva del elevado de la avenida Luperón
 La esquina de la Isabel Aguiar con prolongación 27 de Febrero
 El kilómetro 9 de la autopista Duarte y hasta el kilómetro 16.
 El Malecón
 La Máximo Gómez esquina John F. Kennedy
 La entrada de Los Alcarrizos