La no aprobación en el marco del Código Penal, ni en ley aparte, de la despenalización excepcional a la interrupción de embarazos sería negadora de derechos de la mujer sobre su cuerpo y la vida reclamados por un amplio sector del país. Carecería por demás de equidad por acogerse a una oposición absoluta al aborto que resulta innecesaria para aquellos que, por convicción, aceptan con sus hechos y actitudes criminalizarlo por completo.

Nada pierden si tal rigidez va de acuerdo con sus convicciones que es el ámbito en que debe quedar la decisión de hacer o no hacer en ese sentido en aceptación a los sistemas jurídicos que respetan las formas de pensar y de creer de cada quien, con adhesión o no a dogmas religiosos, en un país con libertad de cultos e ideologías.

La inflexibilidad de un código sin las causales solo privaría de opciones a una parte de la sociedad numéricamente respetable que quedaría aplastada por una unilateralidad contraria a principios jurídicos de universal aceptación que no dividen a los pueblos por sus creencias. La legislación dominicana que se parcialice en un asunto fundamental y delicado, como si la nación fuera uniforme en sus sentimientos y albedríos, ensancharía un abismo de posiciones entre dos litorales de la colectividad. Particularmente injusto resultaría no dar oportunidad a que las embarazadas salven la vida. El anticausales contiene un innegable componente homicida.

Un despertar razonable

Mantener la guardia en alto mientras lleva curso la transición desde la pandemia hacia confiables niveles de control sobre ella, no impide ostensiblemente la recuperación de confianza ni la marcha de preparativos queauguran dinamización de la economía y de otros aspectos del discurrir ciudadano, como la educación, encaminada a una semi presencialidad bien trazada con barreras de vacunación para profesores y un esquema que auspicia las debidas prevenciones sanitarias.

La enfermedad no se ha ido pero las inmunizaciones avanzan raudas, y da buenas señales la vitalidad emprendedora de entes privados de turismo y de otros renglones productivos, grandes, pequeños y medianos. Cada vez crece la confianza de que más allá de la curva el sol brillará con tendencia a ser el de antes, una fe basada en varios indicadores verosímiles.