La DNCD

La DNCD

VÍCTOR GULÍAS
La designación al frente de la DNCD del mayor general Rafael Ramírez Ferreira, es un claro mensaje del poder político nacional, en el sentido de que la lucha contra el tráfico y consumo de drogas se mantendrá y que la guerra a dicho flagelo se incrementará. La trayectoria del nuevo Presidente de la DNCD habla por sí sola. Es un alto oficial de carácter recto, firme, defensor de nuestra nacionalidad, un brillante intelectual de esos que prestigian nuestras Fuerzas Armadas.

La lucha contra las drogas no es, ni puede ser, responsabilidad exclusiva de la DNCD, sino que en ese combate debe involucrarse la sociedad en su conjunto la familia, la escuela, los clubes, la sociedad civil, y, por supuesto, los organismos estatales de seguridad.

Por lo pronto, con un militar de la probidad de Ramírez Ferreira al frente, y un equipo profesional de hombres y mujeres como el que tiene la DNCD, sumado al apoyo logístico del Gobierno así como la colaboración vital de la DEA norteamericana en el país y la cooperación de la sociedad, entonces podremos salir airosos de tan fuerte guerra.

Para ser exitosa su misión, la DNCD requiere mayor presupuesto, equipamiento, transporte y comunicación, mejores y más atractivos salarios, dietas y viáticos para sus miembros y el concurso fiel de la iglesia, la prensa, los barrios, ciudades y campos, porque, repito, esta es una responsabilidad de todos.

El mayor general Ramírez Ferreira tiene bien ganada fama de oficial correcto, duro, y en su posesión ha sido claro en torno a su estilo y la forma de encarar las grandes tareas puestas sobre sus hombros. Ayudarlo a cumplirlas redundará en beneficio de toda la sociedad.

La guerra contra el narcotráfico no es fácil: Ellos manejan una inmensidad de recursos, los consumidores se hacen adictos y matan y roban para adquirir la letal mercancía, somos una isla y es imposible vigilar palmo a palmo las costas, las costas, la frontera es vulnerable y de Haití entra de todo a través de ella.

Pero a esa realidad se contrapone la otra: Contamos con una Ley de Drogas drástica, la DNCD está en buenas manos, los EEUU, a través de la DEA, coopera con el organismo nacional que combate el flagelo, el Presidente de la República ha demostrado voluntad política en el tema, tenemos un excelente asesor antidrogas, el doctor Marino Vinicio Castillo y la sociedad toma conciencia del peligro de las drogas.

De manera que, a cooperar todos con la DNCD en la guerra al narcotráfico, a respaldar al general Ramírez Ferreira, apoyemos el trabajo preventivo del Consejo Nacional de Drogas, así como la cooperación del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional en la lucha contra ese peligroso -y poderoso- mal. Adelante.

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