La  dolorosa “culebrilla”

La  dolorosa “culebrilla”

El herpes zoster, llamado también “culebrilla” es una erupción vesicular aguda muy dolorosa, limitada a la región de la piel inervada por un solo ganglio sensitivo, producida por la activación endógena del virus varicela-zoster (VVZ), el mismo que causa la varicela, que había permanecido latente después de un ataque anterior de dicha enfermedad.

Por lo general se presenta en adultos y con raras excepciones, los pacientes sólo lo sufren una vez.

En los pacientes inmunodeficientes, así como en aquellos que toman fármacos inmunosupresores, puede producirse diseminación general que ponga en peligro la vida.

Si bien la enfermedad era conocida desde la antigüedad por los griegos con el nombre de “zoster” o “zona”, ( zoster es la correa usada por el guerrero para sostener su armadura y en el caso de las damas, zona, el corsé, cuyo propósito principal era decorativo), no es sino hasta 1852 cuando se señaló por primera vez, su identidad epidemiológica con la varicela y más de un siglo después, en 1976, se estableció la similitud etiológica de las dos enfermedades.

El virus se presenta en forma de pequeñas ampollas rojas (vesículas) confluentes en la piel, que son muy similares a la varicela en su etapa inicial. La erupción se maximiza en los siguientes tres a cinco días y luego las ampollas se rompen formando úlceras pequeñas, que a su vez se desprenden en dos o tres semanas y dejan la piel rosada en proceso de cicatrización.

Las lesiones por lo general aparecen en un solo dermatoma (área corporal inervada por un mismo nervio espinal) y solamente en un lado del cuerpo.

El tronco es el área más afectada, mostrando un cinturón de erupción desde la columna vertebral, alrededor de un lado del tórax. También pueden aparecer en el cuello o la cara.

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