Aunque desde los inicios de su composición no estuve de acuerdo, no solo con el nombre en idioma inglés, sino también con el término cocoa que en nuestro idioma, suponemos se trata de cacao, en mi condición de secretario de la organización y en ocasión de su lanzamiento el 31 de noviembre del año en curso, creo estar en obligación de referirme a la misma, en mi acostumbrada entrega semanal.
No queríamos saturar a los lectores sobre el tema cacao y su manufactura estrella, el chocolate, pero en una ocasión escuché este razonamiento al expresar el disertador, que en una encuesta realizada a diez personas sobre la aceptación del mismo, nueve contestaron afirmativamente y cuando se indagó, el décimo resultó ser un subnormal.
Somos de opinión, que esta nueva organización vendrá a reforzar la Comisión Nacional del Cacao y el Departamento del Cacao del Ministerio de Agricultura, sobre todo en la defensa del cacao dominicano que actualmente está en un porcentaje de 60% en el Convenio Internacional del Cacao, 2010, acordado en el último Consejo de la Organización del Cacao (ICCO), en el pasado mes de septiembre.
Hacía falta un organismo que a nivel privado conjugase en su seno todos los sectores involucrados en cacao, desde el más pequeño productor hasta el más encumbrado exportador o industrial, ya que crece a nivel mundial, el aumento del consumo de cacao en sus diferentes modalidades, pero con el agravante de que en la actualidad el consumidor es más exigente y busca los procesados con los cacaos más finos o de aroma que se encuentran en el mercado internacional.
No obstante todavía la Fundación no cuenta con una sede, ya el ministro de Agricultura ha prometido un aporte sustancial, para que sea instalado un laboratorio que certifique la excelente calidad de nuestro cacao. Este laboratorio será decisivo en nuestra próxima lucha en el Consejo de la ICCO, que será un estatus de reconocernos como productores parcial de un 80% como exportadores de cacao fino o de aroma. Esto será dentro de dos años que se reunirá de nuevo el Panel de Expertos para analizar los diferentes tipos de cacao que exportan los miembros de la ICCO.
La finalidad fundamental de la Fundación es llevar nuestro cacao hacia las metas más elevadas, lo cual implicaría que los compradores internacionales pagarán un mayor precio por nuestro cacao y así por ende, premiar a nuestros productores con mayores ingresos que los que obtienen en la actualidad. Por supuesto, esto significa para el país, una mayor entrada de las tan necesarias divisas.
En estos momentos que el mundo pasa por una grave crisis como consecuencia del cambio climático, la siembra intensiva que se lleva actualmente de cacao en todo el país, contribuirá a fortalecer nuestra fronda boscosa y por ende, la necesaria pluviometría afectada por una grave sequía que ha hecho disminuir nuestro volumen de exportación.
Hace unos años se tocó muy ligeramente el tema del “Pago por Servicios Ambientales”. Creemos que la Fundación debería abogarse a la consecución de este vital objetivo, que sería una panacea y ayuda eficiente al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ya que incentivado por los pagos, los agricultores se motivarían a sembrar árboles como el cacao y también cafetos que son cobijados por árboles sombreadores.
En el país hay un gran potencial para la producción de cacao fino o de aroma, si todos los productores fuesen auxiliados económicamente, tanto por el Banco Agrícola como por los exportadores, para fermentar la mayoría del cacao que se exporta bajo la variedad de Sánchez. Por eso, la consigna será, exportar la mayor cantidad de nuestro cacao bajo la modalidad de Hispaniola.
Creemos que en un futuro no muy lejano, la Fundación podrá contar con una sede apropiada, para que con la ayuda del Ministerio de Agricultura, pueda instalar el laboratorio que garantizará a nivel internacional, la valía del cacao dominicano.