La dulce medicina del mango

La dulce medicina del mango

Hay muchas buenas razones para disfrutar de los mangos. ¿Sabía que contienen más de veinte tipos diferentes de vitaminas y minerales, y está libre de grasa, sodio y colesterol?
¿O que una taza de unos 165 gramos de esta fruta tropical cortada en trozos solo tiene 100 calorías y aporta el cien por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, el 35 por ciento de la de vitamina A y el 12 por ciento de la de fibra dietética?
Estas cifras de la organización National Mango Board o NMB (www.mango.org) que promociona e investiga el consumo de esta fruta en los Estados Unidos muestran que, además de tener un suntuoso sabor tropical que hace de la comida una experiencia sensorial deliciosa, el mango aporta una multitud de nutrientes. Además de nutritiva, según la NMB, esta “superfruta” que se cultivó por primera vez en la India hace más de 5 000 años, llegó a América alrededor del año 300-400 de nuestra era y ahora está disponible a lo largo de todo el año, no solo es una de las más populares del mundo, sino además una de las más saludables.
De hecho, la corteza, las hojas, la piel y la semilla del mango, un árbol bajo cuya sombra meditó Buda, según una leyenda, se han utilizado en remedios caseros durante siglos, según esta fuente.
Las últimas investigaciones sobre esta fruta que llega al mercado estadounidense proveniente de México, Perú, Ecuador, Brasil, Guatemala y Haití, confirman que sus beneficios curativos y protectores siguen vigentes y cada vez se conocen mejor.
Efecto protector en la flora intestinal. Una investigación de la Universidad Estatal de Oklahoma, (OSU, en inglés) en los Estados Unidos, ha comprobado en ratones de laboratorio que el consumo de suplementos a base de mango previene la pérdida de las bacterias beneficiosas del intestino, a menudo inducida por una dieta alta en grasas.
Estas bacterias de la microbiota o flora intestinal pueden desempeñar un papel en la obesidad y las complicaciones relacionadas con ésta, como la diabetes tipo 2, según la OSU (http://go.okstate.edu).
“Este estudio demuestra que añadir mango a la dieta puede ayudar a mantener y regular la salud intestinal y los niveles de bacterias beneficiosas”, según Edralin A. Lucas, profesora de ciencias nutricionales en la OSU e investigador principal de este trabajo.
La profesora Lucas ha descubierto, además, que la pulpa de mango podría ser útil para reducir la glucosa (azúcar) en la sangre sin producir los efectos negativos de algunas drogas utilizadas habitualmente para esto, como la rosiglitazona, asegura esta investigadora.
Gelatina beneficiosa para la radioterapia. Investigadores de la compañía de biotecnología mexicana Kuragobiotek han desarrollado una gelatina de mango que, aseguran, es beneficiosa para las personas con cáncer que están siendo tratadas con quimioterapia y radioterapia.
“Este postre tiene una acción combinada, funcionando como un probiótico y un prebiótico” (alimentos con microorganismos y fibras vegetales, respectivamente, que estimulan la actividad microbiana en el intestino beneficiando la salud), explica a Efe el ingeniero Antonio Cruz Serrano, director ejecutivo (CEO) de la compañía de Jalisco (http://kuragobiotek.com/) .
“Esta gelatina contiene compuestos como la inulina de agave y nutrientes como los ácidos grasos omega 3 EPA/DHA de aceite de pescado, que generan en el cuerpo unas sustancias metabólicas que intervienen en la eliminación de las células del cáncer durante la radio y la quimioterapia”, según Cruz. Este efecto ayuda a los pacientes que siguen estos tratamientos a sufrir menos trastornos colaterales, dice Cruz.

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