Aunque no es una enfermedad en sí misma, la ecolalia es un síntoma de cuadros clínicos diversos y a menudo es muy incomprendida, tal como nos explicase la especialista en terapia del habla y del lenguaje Yris Lara, una dominicana egresada de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en la que fue catedrática durante diez años.

¿Qué es la ecolalia? La ecolalia o ecofrasia es una perturbación del habla en la que la persona repite involuntariamente una palabra o frase que escuchó de otra persona, de una forma compulsiva como haciendo el efecto de un eco.

La ecolalia es solo un síntoma que se da dentro de diferentes contextos y que Lara considera “un problema del habla y no del lenguaje”, ya que para repetición de estas frases cortas y palabras es ejecutada sin ningún valor de comunicación, sino más bien como un efecto involuntario.

Existen tres tipos de ecolalia: la inmediata, que es cuando la persona repite una palabra o parte de una frase que acaba de escuchar; la retardada cuando la repite tras varios días de haberla escuchado y la constante que se da en pacientes psicóticos o con daño cerebral profundo.

¿Quiénes pueden ser ecolálicos? Una de las principales características de la ecolalia es que como habíamos mencionado puede aparecer como un síntoma dentro de una amplia variedad de síndromes y trastornos de nacimiento o como consecuencia de un accidente en el que una parte del cerebro relacionada con la facultad del lenguaje haya quedado afectada.

“La ecolalia puede aparecer como un síntoma del síndrome de Tourette, síndrome de Asperger, en los autistas… también existe este síntoma en los casos de retardados mentales profundos, en los casos de daño cerebral profundo, en los afásicos, que son personas que les da un derrame cerebral y pierden el lenguaje, no pueden comunicarse…” explica Lara.

Además la ecolalia puede presentarse en pacientes con problemas psiquiátricos como la esquizofrenia, la epilepsia y el alzheimer.

Otra forma por la cual se podría manifestar la ecolalia, además de los accidentes o como componente de otras discapacidades lingüísticas, son los “trastornos químicos” o intoxicación por elementos como el mercurio, el plomo, el metano o el amoniaco, según advierte la especialista.

Lara también pone de relieve otras manifestaciones como la ecopraxia, que consiste en la imitación de los movimientos de otra persona y que generalmente aparece acompañada de la ecolalia; o el “síndrome de la tv” , a el que la especialista llama “ecolalia fabricada” en el que el infante, en una etapa en la que aun no ha desarrollado por completo el lenguaje, es expuesto constantemente a la televisión y repite frases o palabras que escucha en esos programas.

“Los problemas del lenguaje son graves porque crean daños sociales, daños emocionales y daños en el desarrollo y tenemos de 0 a 7 años para trabajar rápido”, advierte la especialista, que aspira a que se instituya en el país la terapia del lenguaje como carrera lo cual ha intentado hasta le fecha sin éxito a pesar de que en el país el numero de personas que padecen de trastornos del lenguaje es amplio.

“A la ecolalia hay que ponerle atención porque hay que averiguar a qué cuadro corresponde, también hay niños que por llamar la atención hacen un cuadro ecolálico, pero en este caso es por un origen emocional…. resuelves el problema psicológico y desaparece el síntoma ecolálico”, afirma.

Terapia

El tratamiento que utiliza para corregir esta discapacidad consiste en la creación de un lenguaje interno en el paciente a través del uso de láminas, y a diferencia de otras terapias, como la empleada para tratar la tartamudez, por ejemplo, intenta a toda costa evitar que el paciente haga uso de repeticiones. Es una terapia delicada, en la que el éxito depende muchas veces del apoyo familiar que reciba el paciente, según la experiencia de la terapueta Lara. “Los únicos que hablamos somos los seres humanos, es una de nuestras capacidades más complejas y sensibles”, dice la especialista.