La economía abandona la contracción y crece 1,1% en febrero

La economía abandona la contracción y crece  1,1% en febrero

La economía, tras avanzar 1.1% en febrero, despidió la contracción más prolongada de su historia. Lo certificó el gobernador del Banco Central. Tenemos que celebrar el fin de la pesadilla, el valor absoluto no es lo relevante, lo destacable es que en once meses por primera vez el crecimiento se situó en terreno positivo. Conviene recordar de dónde venimos. Luego de crecer 4.7% en enero y 5.3% en febrero, en marzo se desplomó, de su volumen perdió-9.4%, y en abril tuvo su peor mes, el más agudo de la contracción, un retroceso de -29.8%, aunque descendiendo los valores negativos continuaron para perder -1.0% en diciembre.


Como resultado de sumar dos meses de cifras positivas y diez meses negativos, de media anual el PIB redujo su tamaño en -7.6% en 2020, comparado con el de diciembre de 2019, y alrededor de 13.6% del que hubiera alcanzado de no ser por la crisis y de haber mantenido un crecimiento interanual de 6.0%.


Los síntomas son que la economía se fortalece cada vez más y se reducen los riesgos de recaída, por la rápida y masiva vacunación contra la Covid-19, la ejecución del gasto de inversión en el presupuesto público y la política monetaria ultra expansiva con estabilidad de los precios.


Lo que sigue, luego del crecimiento positivo de febrero, es recuperar el PIB potencial que perdimos en 2020, para en el mediano plazo regresar el volumen de deuda del sector público no financiero a un nivel sostenible. El Banco Central, organismos internacionales, bancos de inversión y firmas calificadoras de riesgos, prevén que este año nuestro PIB avanzará entre 5.5% y 6.0%, y los inversores, que no son tontos, otean que el consumo y la inversión serán responsables del empuje como en febrero.


Que la brecha de producto, la diferencia entre el PIB que se estima se logrará y el PIB potencial, una medida de los recursos inutilizados en el año, estará entre 0.5% y 1.0%. El Banco Mundial proyecta que la brecha cerrará en el primer trimestre de 2022, cuando se recobre la totalidad del PIB que se perdió en 2020. Buena noticia para el empleo.

Lo que nadie duda es que el Banco Central, que no tuvo dificultad para valorar la gravedad de la crisis, evitó el colapso de la economía cuando puso a disposición de las instituciones financieras el mayor volumen de liquidez en la Región del Caribe, alrededor de RD$215 mil millones, un 5% del PIB. Familias y empresas, principalmente pequeñas y medianas, reestructuraron operaciones y obtuvieran nuevos préstamos a bajo costo, fue posible porque la entidad emisora poco a poco redujo su tasa de política monetaria en 150 puntos básicos, de 4.5% a 3.0% anual, abarató el interés a que presta dinero a los bancos comerciales, de 6.00% a 3.50% anual, y el que les paga para guardarle exceso liquidez, de 3.00% a 2.50% anual.


No es casual que el crecimiento del volumen de crédito en pesos al sector privado y el de la actividad económica, que pasó de negativo a positivo, presente una tendencia de mutua dirección de causalidad, es el objetivo de la política monetaria que dispone de mucho espacio para seguir actuando con efectividad.

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