La economía americana: rehén de una minoría extremista y obstruccionista

La economía americana: rehén de una minoría extremista y obstruccionista

En el artículo anterior describimos los enormes cambios estructurales positivos que confluyen en la economía norteamericana, los cuales posibilitan un fuerte renacimiento económico, y también presentamos los efectos, potencialmente paralizantes, de las acciones de una minoría obstruccionista y fanática que estaba paralizando las negociaciones, necesarias, a las que había que llegar, para lograr un crecimiento económico importante en un momento tan delicado de la economía norteamericana.

¿A qué se debe el poderío obstruccionista de esta minoría militante dentro del sector republicano? A estos factores:

– A partir del censo del año 2010, los Estados dirigidos por los republicanos fueron reestructurados de tal manera que garantizaran la victoria republicana en la mayoría de los distritos, como ocurrió en el 2012. En el Congreso los demócratas ganaron el voto popular por 1.7%, sin embargo, los republicanos obtuvieron una mayoría aplastante de 60 escaños. Obama ganó ampliamente la presidencia en Pennsylvania y en Ohio, pero el partido demócrata solo obtuvo cinco de los 18 escaños en Pennsylvania y cuatro de 16 en Ohio.

– Por la situación descrita, el congresista republicano no tiene que preocuparse por ganar las elecciones, sino ganar las primarias, en las que el tea party tiene una fuerza minoritariamente importante que vota militantemente en las primarias, en las que menos del 50% de los republicanos votan. Hubo muchos casos donde figuras conservadoras prominentes del partido republicano fueron derrotados en las primarias por candidatos que tenían el respaldo de la minoría extremista. Un ejemplo significativo: el caso del senador Richard Lugar de Indiana, quien durante 30 años fue un conservador prominente, pero que creía, firmemente, que el país estaba por encima de los partidos; fue derrotado, ampliamente, por un candidato que, intelectual y moralmente, “no le daba por los tobillos”.

– En el Senado, históricamente, existe lo que se denomina el proceso de “filibustero”. Consiste en que se requiere un mínimo de 40 senadores de 100 para evitar que una moción vaya a votación. Antes, este recurso se usó de manera esporádica; pero ahora, donde la división es 55 demócratas y 45 republicanos, se está amenazando con acudir a él con frecuencia.

– La Suprema Corte, dominada cinco a cuatro por la derecha es, virtualmente, la misma que suspendió, en el 2000, el conteo de los votos y declaró ganador a George Bush hijo, cuando todo indicaba que si se continuaba el conteo en Miami, Al Gore, podría ganar La Florida y, consecuentemente, la Presidencia. Esta institución judicial, en un acto altamente sorpresivo, eliminó, el año pasado, las regulaciones que ponían topes máximos a las contribuciones políticas de las  personas. Como reacción, hubo un diluvio de donaciones hacia la facción derechista del partido republicano. Solo un billonario, Sidney Andelson, contribuyó con 60 millones de dólares en esas elecciones.

Es evidente que existe la posibilidad de provocar una paralización del gobierno. Personalmente, creo que puede pasar, y si ocurre, sería de corta duración. ¿Por qué? porque recibirían el repudio de la mayoría del país y, especialmente, del sector financiero y de los muy ricos que representan una importante base de sustentación del partido republicano y de los mismos congresistas. Como consecuencia de esa posible reacción, es probable que el sector moderado republicano trate de buscar, y lograr, un acuerdo digno con la mayoría moderada del partido demócrata.

Reitero mi convencimiento, a pesar de la extrema polarización política, que Estados Unidos, diferente a como piensan muchos destacados economistas e intelectuales, no está en un proceso de declive económico, aunque sí puede tener reveses, pero de carácter transitorio.

Esa nación posee una poderosa sociedad civil presta a intervenir en momentos de grandes dificultades y que rechaza, resueltamente, la idea de que el poder destructivo del chantaje pueda ser una táctica legítima de hacer política en una democracia. Creo, firmemente, para gran beneficio de la economía dominicana, que por los factores estructurales descritos en los dos trabajos, la economía norteamericana, en un plazo relativamente breve, experimentará un crecimiento económicamente importante y sostenible.

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