Con datos adicionales y cambios de métodos en algunos sectores, el Banco Central reconstruyó la contabilidad nacional para el periodo 1991-2015, introduciendo el 2007 como año de referencia en lugar de 1991. Como las ideas deben basarse en datos científicos para que no sean inútiles, porque se transforman en políticas con implicaciones para la gente, es importante resumir las características que destaca la estructura económica resultante, que deben tener presente los responsables del crecimiento en el corto y mediano plazos.
Primero, el crecimiento anual, tamaño de la economía y PIB per cápita como los conocíamos, no son exactamente los mismos, aunque cuando se suman y se restan diferencias lo acumulado coincide.
Segundo, comparando los componentes del PIB (referencias 1991 y 2007) resalta el cambio de estructura productiva de la economía, de manera específica nos dice que no son las mismas las actividades que determinan el crecimiento económico, algunas perdieron importancia relativa y otras ganaron. Tercero, en 2007 el gobierno se enteró que con déficits y deuda la economía crecía y mucho, le cogió carriño y la historia ya se conoce. La nueva estructura económica responde a esa política de desahorro y deuda, modelo insostenible.
Debe decirse que es correcta la reconstrucción de la serie, como tarde debe hacerse cada quince años, y que con datos ahora conocemos, por el lado de la producción, las actividades, incluyendo al gobierno, responsables del crecimiento del PIB: a) Servicios en general (hoteles, bares, restaurantes, financieros, enseñanza y administración pública). Su ponderación aumento 1.2 veces, de 48% en 1991 a 56.8% en 2007; b) Construcciones públicas y privadas. Su importancia relativa aumentó dos veces, de 4.7% a 10.4%; c) Manufactura local. Aunque perdió competitividad y las inversiones privadas se desviaron hacia los servicios, reduciéndose 1.8 veces (de 21.8% a 12.3%) su ponderación en el PIB, la actividad sigue siendo muy importante para el crecimiento. El estudio nos dice que se necesitan reformas estructurales profundas para parar la pérdida de importancia relativa; e) Agropecuaria. Redujo 1.9 veces (de 12.4% a 6.5%) su incidencia en el PIB, la lectura de los números es que debe relanzarse con nuevos objetivos, luego de revisar la experiencia desde que entró en vigencia del DR-Cafta; d) El gobierno. Medido por el empleo y las remuneraciones casi duplica su participación en el PIB. Dicho de otra manera, si era importante para el crecimiento real de la economía asociada al 1991, con la nueva estructura productiva es determinante.
En suma, la estructura productiva de la economía cambió, lo que no debe extrañar, es la continuación del proceso histórico iniciado con la ganadería y la agricultura de subsistencia durante la colonia, sustituidas las actividades por la economía de exportación de materias primas en el último tercio del siglo XIX, el modelo de plantaciones y centrales azucareros privados desde los primeros años del siglo XX hasta 1930, la estatización de la zafra azucarera en la década de los cuarenta y ahora los servicios.
La que describe el estudio no es la estructura que necesitamos, debe cambiarse por la que aumenta la tasa de ahorro a no menos 10% del PIB, el empleo y el salario, que debe recuperar la participación que perdió en el PIB desde el 2005.