La economía del conocimiento y las
universidades dominicanas

La economía del conocimiento y las <BR>universidades dominicanas

POR ANTONIO CIRIACO CRUZ
Las economías basadas en el conocimiento tienen ventajas en el actual mercado global liberalizado. De esta manera los grandes acervos de conocimientos permiten que los países de la OCDE tengan un progreso tecnológico veloz y usufructúen los beneficios del conocimiento los beneficios del crecimiento económico y de niveles de vida en aumento, mientras que los países de América Latina y el Caribe (ALC) todavía luchan por ofrecer a sus ciudadanos los niveles educacionales y las capacidades avanzadas que necesitan para crear y aplicar los nuevos conocimientos.

 Según estudios empíricos relativamente recientes se presentan pruebas acerca de un notable desplazamiento de la demanda laboral hacia capacidades avanzadas en los países de América Latina y el Caribe (Sánchez-Páramo y Schady, 2002). Producir personas capacitadas y con conocimiento exige un sólido sistema  de educación, además de acceso a una buena educación secundaria y terciaria (superior). En este sentido, del análisis general de la educación terciaria en América latina editado por el Banco Mundial en el 2002 se desprende tres problemas fundamentales:

1- Baja tasa de matricula

En esta región, alrededor de un 20% del grupo erario pertinente asiste a la educación terciaria. Esto se compara con más del 50% en los países de la OCDE.

2- Baja inversión en educación

Los gobiernos de América Latina y el Caribe claramente invierten poco en educación. Sin embargo, en la región se destina un porcentaje similar del presupuesto a la educación terciaria como en los países del Grupo de los 7 (21%), aunque menor que en Europa  Occidental (26%) y Asia del Este (29%).

3- Baja aplicabilidad (pertenencia)

Con la importancia cada vez mayor conocimiento y la innovación para el progreso económico, las universidades integrarse mas a la sociedad. En América Latina y el Caribe esta interacción es baja, según se desprende de la baja puntuación de satisfacer las necesidades de la economía (5,3 y 5,1 en los países del Grupo de los 7 y América Latina y el Caribe, respectivamente en una escala de 1-10)) el déficit de trabajadores técnicos y la colaboración  insuficiente entre empresa y universidades en el campo de la investigación.


Por otra parte, habrá que incluir otros problemas que afectan  a la educación terciaria en América Latina y el Caribe como:

a). Baja Calidad

El aumento de la matricula no se ha visto acompañada por la contratación de personal y de programas de perfeccionamiento docente. En su gran mayoría (excepto Brasil) los países de América Latina y el Caribe no pueden reclutar profesores con doctorados en la región, un problema que se ve exacerbado por la movilidad global de los graduados en Ph.D. Además, se mantienen enormes diferencias a la falta de mecanismos de acreditación. La educación terciaria de baja calidad en América Latina tiene efectos negativos en la educación secundaria, la administración pública y la administración a nivel medio en el sector empresarial.

 

b)-. Baja equidad

En América Latina y el Caribe, la educación terciaria es principalmente para los hijos de los hogares de más altos ingresos. Los datos disponibles indican que tres de cada cuatro estudiantes provienen de los quintiles más ricos de la población.

 En vista de ese panorama, las políticas públicas en América Latina y el Caribe deberán orientarse al fortalecimiento de la educación terciaria para que la misma impulse el crecimiento económico como interfase para combatir y erradicar la pobreza de manera sostenida. Este fortalecimiento se debe alcanzar mediante los siguientes pilares: a) formación de capital humano avanzado; b) fomentar y apoyar la investigación y desarrollo más innovación (IyD+i); c) preparación de los individuos para carreras menos rentables por el mercado, pero de mayor importancia para la investigación y desarrollo, así como para la retroalimentación del sistema educativo en general, como son los casos de las Matemáticas, la Física, y la Formación de profesores primarios y secundarios de alta calidad, entre otros.

 Por ultimo, quisiéramos destacar que la Formación de habilidades y la capacidad de investigación dentro de un país permite que tanto el sector privado como el publico mejoren sus propias capacidades para desarrollar, asimilar y aplicar nuevos conocimientos y tecnologías, lo que servirá para diversificar la economía, fomentar la competitividad y estimular el crecimiento económico necesario para lograr una reducción sostenida de la pobreza. Un objetivo integral es un mejor acceso a la educación terciaria por parte de estudiantes de bajos ingresos, ya que impulsara la movilidad social.

 

Antonio Ciriaco Cruz, Ph.D en Economía
Correo:
ciricruz@hotmail.com

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