La economía española confirmó su reactivación, pero aún con demasiado paro

La economía española confirmó su reactivación, pero aún con demasiado paro

MADRID. España confirmó este jueves su vuelta a la senda del crecimiento en el último trimestre del año, tras dos años de recesión, aunque la reactivación económica sigue siendo frágil, en un país minado por una tasa récord de paro que afecta a más de un cuarto de la población activa.

Son datos «positivos y que de algún modo lo que indican es que hemos dejado atrás la recesión pero queda muchísimo por hacer», advirtió rápidamente el ministro de Economía, Luis de Guindos, evitando mostrarse demasiado optimista.

Aunque recientemente anunció unas previsiones al alza para 2014, el gobierno de derechas sigue siendo prudente en un momento en que la cuarta economía de la zona euro acaba apenas de dejar atrás lo peor de la crisis, en la que está inmersa desde hace seis años.

«El camino que tenemos por delante está lleno de curvas, de dificultades y sobre todo está lleno de una tasa de paro que es el 26% de la población activa», recordó de Guindos, en declaraciones a la radio Cope.

Y es que las cifras provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) mostraron este jueves que el Producto Interior Bruto (PIB) creció en el cuarto trimestre de 2013 un 0,3%, pero en el conjunto del año la economía se contrajo un 1,2%.

Estas cifras confirman una tímida reactivación económica de la cuarta economía de la zona euro tras su salida de la recesión en el tercer trimestre con un pequeño crecimiento del 0,1%.

«Es una señal, una señal de esperanza», afirmó de Guindos, recordando que «lo más interesante es que desde el inicio de la crisis hace cinco años, desde 2008, nunca había habido un crecimiento de tres décimas».

Pero, «hay que darle continuidad, hay que fortalecerlo», insistió el ministro de Economía español. Según el INE, los resultados del cuarto trimestre se explican por «una aportación menos negativa de la demanda nacional y de una aportación positiva, aunque decreciente, de la demanda externa».

Las exportaciones, que parecen empezar a dar signos de debilidad, son precisamente las que han sostenido un crecimiento, que sigue siendo todavía insuficiente para permitir la creación de empleo, en un país donde el paro volvió a subir a finales de 2013 hasta el 26,03% de la población activa, una de las tasas más altas del mundo industrializado.

El déficit comercial español se había reducido a la mitad en los once primeros meses de 2013, gracias a unas exportaciones que se situaron en un nivel récord en 42 años, aunque bajaron a final de año. Sin embargo, el dinamismo de las exportaciones sigue siendo esencial para sacar al país de la crisis: «la demanda exterior neta mitigó por sexto año consecutivo el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad», afirmaba el 23 de enero el Banco de España.

España, doblemente golpeada en 2008 por el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera internacional, estaba inmersa desde 2011 en su segunda recesión en cinco años, de la que salió en el tercer trimestre de 2013.

El gobierno conservador, que desde hace dos años sometió al país a una cura de austeridad sin precedentes para enderezar las cuentas públicas, espera continuar en este impulso y prevé ahora un crecimiento cercano al 1% para 2014, cuando hasta ahora apuntaba a un 0,7%.

Pero, la débil demanda interior sigue siendo el principal freno para una recuperación más franca en un país, donde el desempleo debería seguir siendo durante mucho tiempo el principal punto negro de la economía.

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