La economía global de nuevo en marcha

La economía global de nuevo en marcha

Mayor temor  es que  errores en la política fiscal de EEUU descarrilen la frágil recuperación

Londres. La creciente confianza de las empresas en los países ricos ha puesto la economía global “de nuevo en marcha” para reanudar una recuperación constante, según los últimos seguimientos al índice Brookings Institution-Financial Times.

La mejora de la perspectiva había llegado como una sorpresa durante el verano, pero el mensaje relativamente optimista de la data económica en los últimos meses es vulnerable a muchas amenazas que se visualizan en el horizonte.

A medida que el Fondo Monetario Internacional se prepara para su reunión anual que tendrá lugar esta semana, el mayor temor entre la mayoría de las economías es que los errores en la política fiscal o monetaria de EEUU descarrilen la frágil recuperación mundial.

El profesor Eswar Prasad, un alto miembro de la Brookings Institution, la organización de políticas públicas con sede en Washington, dijo: “Puede ser prematuro que los responsables políticos declaren victoria, ya que la recuperación sigue siendo frágil y está sólo a uno o dos pasos de distancia de convertirse en otra crisis”.

Los ministros de Finanzas y banqueros centrales se reúnen esta semana en Washington con la política de EEUU en el centro de atención mientras se avecinan el paro del gobierno de EEUU y la crisis del techo de deuda amenazando con socavar la economía.

A principios de este año los indicios de contracción monetaria de la Reserva Federal provocaron un verano de crisis en las economías emergentes.

Desde la última vez que el fondo se reunió en abril, el FMI ha realizado un cambio de sentido en su evaluación de la economía mundial, ahora pensando que el mundo avanzado, antes que las economías emergentes, tiene el mayor impulso en la débil recuperación global.

La semana pasada, Christine Lagarde, directora del FMI, trajo a colación la conversación de una “recuperación de tres velocidades” con los países más pobres con la iniciativa para hablar de “nuevas y múltiples transiciones”.

En un anticipo de la presión que probablemente sea acumulada en EEUU en las reuniones, Lagarde advirtió que la Fed tenía una “responsabilidad especial” de ajustar la política de una forma ordenada y de “mantener un diálogo con los demás”.

El Tiger (Seguimiento de Indicadores para la Recuperación Económica Global) muestra que la economía global “surge por la creciente confianza del consumidor y empresarial en las economías avanzadas, y la estabilización en el crecimiento de los mercados emergentes”, dijo Prasad.

Habiendo quedado atrás las economías emergentes desde la crisis financiera, las economías avanzadas ahora tienen una puntuación más alta en los componentes financieros y de confianza del índice.

El índice Tiger combina las medidas de la actividad económica real, las variables financieras y los indicadores de confianza, de acuerdo con el grado en el que todas se mueven hacia arriba o hacia abajo al mismo tiempo. El uso de métodos estadísticos sofisticados puede capturar los movimientos similares de los datos que se miden sobre una base muy diferente en muchos países.

Los niveles globales del índice, que todavía languidecen muy por debajo del periodo inicial de recuperación a finales del 2009 y principios del 2010, no obstante, han mejorado desde sus mínimas recientes de mediados del 2012.

La reducción del temor de un colapso inminente en la eurozona, junto con la mejora gradual de la data, es el factor más importante en la recuperación.

Mientras las economías emergentes han recuperado algo del impulso que perdieron a principios de este año, sobre todo China, muchos de ellos siguen siendo vulnerables a la pérdida de la confianza del sector privado o a la fuga de capital.

“La volatilidad de los flujos de capital generada por las vacilaciones de la Fed en relación a las medidas convergentes se han sumado a las difíciles circunstancias externas que estos países siguen enfrentando”, agregó Prasad.

Aunque la eurozona seguirá enfrentándose a la presión internacional para mejorar la salud de su sistema bancario y restaurar el empleo de sus economías periféricas, sus representantes tienen el placer de estar fuera de la atención inmediata de la crítica. Los funcionarios de Reino Unido están buscando escuchar que el FMI hará bajar el tono de las críticas de las políticas de coalición.

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