La economía que crece al margen de su población

La economía que crece al margen de su población

Maputo. Mozambique está experimentando un gran crecimiento económico debido a la explotación de sus reservas de gas y carbón, aunque este auge está beneficiando únicamente a un pequeño sector y la mayoría de la población continúa sobreviviendo por debajo del umbral de la pobreza.

Las elecciones generales del próximo miércoles podrían afianzar este crecimiento, especialmente si consiguen consolidar el acuerdo de paz firmado en septiembre pasado entre el Gobierno y la oposición, lo que dotaría al país de una estabilidad necesaria para el aumento de las inversiones.

El Producto Interior Bruto (PIB) de Mozambique aumentó un 7,5 por ciento durante el primer trimestre de este año, según los datos del Ministerio de Economía. La inversión privada extranjera se ha multiplicado durante los dos últimos años, alcanzando la cifra de 4.000 millones de dólares en 2014, destinados, en su mayoría, a la explotación de las minas de carbón y las reservas de gas natural.

“La economía está creciendo por el efecto de las grandes inversiones extranjeras, pero el problema es que es una economía muy porosa, es decir, de la misma forma que entra, sale”, advierte a EFE Eduardo Mondlane, profesor del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE) de Mozambique.

Alrededor del 80% de la población depende de la agricultura de subsistencia, y un 50 por ciento vive por debajo del umbral de la pobreza.

“El crecimiento no quiere decir que la economía esté saneada, sino que simplemente es mayor. Lo podemos ver en las escuelas, que siguen sin pupitres y con profesores desmotivados. Las personas están sin empleo o con condiciones muy malas de trabajo y esto crea pobreza en lugar de crear bienestar”, añade. Según este experto, el 95% de la inversión en agricultura durante los últimos diez años ha recaído únicamente en seis productos dedicados a la exportación, con lo que “la producción de comida para el mercado interno se reduce al mismo tiempo que crece la economía».

Un tercio de los presupuestos públicos -unos 470 millones de euros- procede de las donaciones directas de otros países e instituciones privadas para ayudar a reducir la pobreza.

Algunos de estos donantes, entre los que figura la Unión Europea, el Banco Mundial y el Banco Africano, han expresado su malestar por el incumplimiento de los objetivos fijados a estas aportaciones, y especialmente por la falta de transparencia en algunas inversiones públicas. Por este motivo, algunos países que también figuran en esta lista, como Alemania, Reino Unido y Noruega, ya han anunciado que retirarán su ayuda el próximo año.

La embajadora de Suecia en Mozambique, Irina Nyoni, presidenta de la entidad que canaliza estas donaciones, se ha reunido recientemente con el Gobierno para intentar reconducir esta situación. Al finalizar esta reunión, subrayó la importancia que tendrán los comicios del próximo miércoles en estabilidad política y económica del país. “Contribuirán a salvaguardar la paz y a consolidar la democracia.

Estas elecciones son muy importantes para la cooperación económica, que se asienta en los principios básicos de un proceso electoral libre, creíble y democrático”, dijo a los periodistas.

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