Los resultados preliminares de la economía dominicana en el primer semestre revelan que el Producto Interno Bruto creció 6.4%, el mayor en toda la región, la inflación se mantiene muy por debajo de la meta inferior del programa monetario y el sector externo evoluciona favorablemente a punto que se logró un superávit en la cuenta corriente.

El sector construcción experimentó la mayor tasa de crecimiento con 17.1%, zonas francas (5.9%); en el caso de los servicios (5.6%), se destaca el comercio con 8.1%, servicios financieros (6.5%), turismo (5.3%); la manufactura local creció en 4.8%, la agropecuaria en 3.5%, a pesar de la sequía, y el único sector que decreció fue el de minas y canteras en 15.8% por efecto de una parada por mantenimiento de la Barrick.

Un termómetro de este crecimiento lo representa la cartera de préstamos del sector financiero que aumentó en 10.9% y el crédito dirigido al sector privado se incrementó en 16.2%, más del doble del crecimiento nominal del producto. En ese periodo los préstamos a la producción se incrementaron en 13.7%, dentro de los cuales sobresale un aumento de la cartera de préstamos al sector construcción en 44.6%, electricidad, gas y agua (39.6%), microempresas (33.7%) y la manufactura en 12.2%.

En cuanto al sector financiero el informe preliminar a junio presenta cifras excelentes en cuanto al crecimiento del patrimonio, liquidez, índice de solvencia, baja morosidad y provisiones para estos créditos por encima de lo requerido. Al respecto publiqué un artículo en este periódico el 09/08/2015 bajo el título: “Bancos y sector financiero con excelente semestre”.

El aumento del Índice de Precios al Consumidor, como medida de la inflación, apenas aumentó en el semestre en 0.60% y la inflación anualizada (junio 2014-junio 2015) fue de 0.62%, mientras en igual periodo de 2015 ascendió a 3.68%. Al cierre de agosto la inflación acumulada del año ascendió a 1.17% y la anualizada a 0.43%, lo cual apunta que al cierre de este 2015 la inflación cerrará muy por debajo de la meta inferior del Programa Monetario (4.0%±1.0%), es decir inferior a 3.0%.

En cuanto al sector externo se logró un superávit en cuenta corriente del orden de los US$17.8 millones (por vez primera desde el semestre enero-junio de 2005), como consecuencia de la caída en los precios del petróleo y el aumento de los ingresos generados por el turismo, zonas francas y remesas.

El turismo aumentó sus ingresos en 9.1% superando los US$3,160 millones, zonas francas en 6.0% y las remesas familiares en 5.9% y esto es consecuencia de la recuperación en la economía norteamericana y la salida de la recesión de la zona euro.
Las exportaciones nacionales disminuyeron en 13.1% (US$314.9 millones) y esto fue principalmente por la caída en US$165. 0 millones en las exportaciones de oro y en menor medida una reducción en 41.1% en las exportaciones de cacao y de 2.2% en las denominadas “exportaciones menores”.

Las importaciones nacionales disminuyeron en 5.7% y las totales en 3.6%, básicamente por la caída en los precios internacionales del petróleo, que redujo la factura en US$593.9 millones, una disminución de 29.5% en relación al pasado año.

Como expresó el Gobernador Héctor Valdez Albizu en el almuerzo de Adoexpo, la economía dominicana, a diferencia de la mayoría de la región, ha logrado preservar el clima de estabilidad y crecimiento gracias a la caída en los precios del petróleo y a “los fuertes fundamentos macro-económicos…” Y esos fuertes fundamentos macro-económicos se deben, entre otras variables, a la perfecta coordinación entre la política fiscal y la monetaria.

La primera reduciendo el déficit fiscal, mejorando la sostenibilidad de la deuda y aumentando la confianza de los agentes económicos y la segunda manteniendo a raya la inflación, gracias a la aplicación de un programa monetario “bajo metas de inflación”, y estimulando el crédito al sector privado productor, sea liberando recursos del encaje legal, disminuyendo la tasa de política monetaria o flexibilizando las normas prudenciales.