La educación en el centro de la política social

La educación en el centro de la política social

La semana pasada hice un diagnóstico sumario del estado  calamitoso de la educación dominicana. Más difícil será reencarrilarla hacia un futuro promisorio, teniendo a ésta en el centro de nuestro desarrollo social.

1.- Ello implica que el Ministerio de Educación  recibiría inicialmente el 4% del PNB, lo que deberá llevarse al 25% del presupuesto nacional al final del mismo; además de lo que pueda aportar la iniciativa privada.

2.- Asimismo los ayuntamientos, al recibir el 10% del Presupuesto que por ley les corresponde, reducido por este gobierno a menos de la mitad, deben dedicarle un porcentaje similar a esa tarea, porque educación, salud pública y fomento económico deben ser las principales preocupaciones de un ayuntamiento moderno.

3.- Muchas aulas dominicanas sirven  hasta a tres tandas de clases.  Aunque se habla de dejarlas para una sola tanda, inicialmente podría haber dos, con clases de 5.5 horas cada una (de 8:00 a.m. a 1:30 p.m.; y de 2:00 a 7:30 p.m.)  Si queremos  escolarizar a todos los niños y adolescentes dominicanos, habrá que habilitar  por préstamo o alquiler,  locales de  clubes, gremios, asociaciones y hasta galleras, para hacer   ésto  sea posible, hasta que haya nuevas aulas.

4.- La educación inicial parece organizarse en casas de familia  y otros locales alternativos, a fin de que esa vital etapa formativa de los niños sea disfrutada por los hijos de los trabajadores.

5.- A los maestros hay que pagarles un salario decente si queremos  tener educación de calidad, dándoles una bonificación extra a los  que enseñan lengua española y matemáticas desde los primeros cursos y a los de ciencias naturales y  sociales  desde el quinto curso.

6.- En este país se requiere férrea supervisión e inspectores para los administradores, maestros,  padres  y alumnos, lo mismo que controles para evitar el desperdicio y corrupción con los fondos asignados.

7.- Los que estudiamos  en escuelas públicas durante la Era de Trujillo tuvimos en general buena educación formal, no por la paz forzada de la represión que se padecía, sino porque decenas de maestros y maestras formados con las enseñanzas y la mística del normalismo de  Hostos, impedidos de participar en el gobierno despótico y de  viajar, se dedicaron a formar la juventud dominicana en las poblaciones de todo el país.  Ya eso se perdió, solo quedan los reclamos salariales.

8.- Deben construirse escuelas según prototipos diseñados por su solidez,  ubicación, flexibilidad y austeridad, a fin de que rápidamente y sin mayor endeudamiento puedan ser utilizados para suplir los grandes déficits acumulados.

9.- Hay que preparar un diagnóstico actualizado de la situación educativa del país en todos los órdenes, y organizar con los datos para un Congreso Nacional de Educación, en el primer trimestre del año 2013, y lograr una base social y opinión pública favorable para un programa agresivo o innovador de cambios dentro del sistema educativo.

10.- La formación y capacitación del magisterio debe considerarse de alta prioridad nacional.  Para ello deben considerarse todas las  opciones disponibles; importar maestros (de Colombia, Cuba, México, Uruguay, etc.) la capacitación de bachilleres y otros profesionales, pasantías de nuevos  profesionales, etc.

Publicaciones Relacionadas