POR MU-KIEN ADRIANA SANG
¿Qué se ha logrado? Aunque más débiles que en el pasado, los sindicatos de maestros y otros grupos de interés siguen siendo poderosos adversarios y muchos aspectos centrales de los sistemas educativos no han cambiado significativamente. En la mayoría de los países estos incluyen la estructura de las carreras docentes y los incentivos; el papel de la aplicación de pruebas para evaluar a las escuelas y al personal docente: el control sobre esos recursos clientelistas, y la autonomía escolar y el control comunitario.
Ha habido hasta el momento, pocos incentivos para tocar esos temas, pues ponen en riesgo los intereses de base de los grupos que son esencialmente para el funcionamiento del sistema. Las mediciones de logros educativos también son decepcionantes para el conjunto de los países en la región. Las tasas de deserción y repitencia escolar se mantienen altas respecto a países comparables de otras regiones. Chile y Colombia, los únicos dos países latinoamericanos dispuestos a implementar exámenes estandarizados internacionales, quedaron ubicados muy cerca del final de una lista de más de 40 países, en pruebas de matemáticas y lenguaje, en 1996.
PREAL, Políticas de Reforma Educativa
Quisiera no tener que escribir nada de esto. Pero parece ser que la educación en nuestro país y en muchos países de América Latina no tiene dolientes. La República Dominicana está en los más bajos lugares de los países del continente en cuanto a inversión en educación. Escuché decir en una reunión, al buena migo Ramón Flores que un indicador de calidad es la inversión que se hace. En República Dominicana, decía, la educación privada es no sólo más eficiente, sino más barata que la educación pública. Pero, seguía diciendo, si hacemos una revisión de los últimos 15 años veremos que la inversión pública en educación ha variado. En 1991 se invertía un 0.9% del PBI, a partir del 1992 y 1996 subió a un 2.9%. Ese aumento fue positivo por cuanto se mejoraron los salarios de los maestros, se invirtió dinero en planta física. Sin embargo a partir de 2000 bajó drásticamente a un 2%, llegando en el 2003 a 1.9% del PBI. Para el 2005 y el 2006 la situación no ha mejorado porque apenas rosa el 2%. ¿Sabían ustedes, nos preguntaba a los que estábamos presentes, que en Haití se invierte un 1.5% del PBI en educación? Concluyó su interesante reflexión diciendo que vamos hacia atrás con un déficit histórico terrible de infraestructura escolar. Pero más aún, como apuntaba alguien, la inversión por estudiante es la misma desde 1948: RD $200.00 x estudiante x año.
En esa reunión, donde habíamos un grupo de gente preocupada por la educación, se planteó que hay países que han asumido el compromiso seriamente de la inversión en educación, porque entienden que es la única forma de enfrentar la globalización. Se dijo, por ejemplo, que en Argentina se aprobó una nueva ley donde se establece que el presupuesto de educación entre 2005 y 2010 debe subir en esos cinco años de 4% del PBI a un 6%. Otras pequeñas islas, tan pequeñas como las nuestras, invierten mucho más, por ejemplo Barbado invierte el 8.9% de su PBI, Puerto Rico 10% y Cuba un 8%.
Cuando escuchaba todas esas cifras pensé tantas cosas. El Metro, como bien dijo su ejecutor principal, Diandino Peña, se va a construir con partidas presupuestarias o no, porque tienen su dinero. Alguien hizo un cálculo y me dijo que los 1,200 millones de pesos que se solicitó en el presupuesto para el Metro eran suficientes para construir las aulas que se necesitan para cubrir el déficit de infraestructura escolar. El ingeniero oficial ha demostrado que es un hombre que tiene influencia y capacidad. ¿Por qué no lo habrán dado el mega proyecto de construcción educativa?
Fuera de esas especulaciones, lo que me preocupa es la irracionalidad, la falta de coherencia y la indolencia de la gente que toma decisiones. El Poder Ejecutivo se preocupa por la reforma fiscal = impuestos para las clases medias. La inversión social es cosa de discurso, pues lo que se tiene previsto para educación y salud no alcanza al 5% del PBI. Los congresistas presionan y hacen uso de su poder para defender el patrimonio que consideran suyo: dinero para sus trabajos sociales en las provincias, que es lo mismo que un vale seguro para asegurar los votos con miras a una posible reelección. Los propietarios de empresas elevan su voz para protegerse de posibles nuevas cargas impositivas que le afecten sus intereses. El pueblo trabajador solo sufre las consecuencias y busca alternativas individuales a sus problemas.
Nadie grita por el presupuesto de educación. La Secretaria gritó, propuso, exigió, planificó y pidió. De todo lo que propuso la complacieron con menos del 50%. Entonces volvió a gritar y le dieron unos cuantos millones más. Pero el problema en educación sigue viviendo el mismo drama de siempre. Escuché a un técnico hacer un análisis del presupuesto propuesto y sometido por el Ejecutivo al Congreso. Según su análisis, la Secretaría de Educación con el pequeño aumento que se le otorgó podrá llegar a un 2.2% del PBI y a un 9.3% del Presupuesto.
Escribo este Encuentro antes de saber si por fin el Congreso aprobará el Presupuesto o no. Y sé muy bien que en lo que respecta a la educación todo seguirá igual. Como el cangrejo vamos hacia atrás. Yo no sé de qué sociedad de la información y del progreso me hablan. ¡Qué pena me da tener que escribir estas palabras!