POR KENNEDY VARGAS
Al celebrar hoy su 41 aniversario, el Club Mauricio Báez es un ejemplo a seguir en la sociedad, especialmente en el sector deportivo y cultural de la República Dominicana. Fundado el 11 de septiembre de 1963, cuando en el país los dominicanos vivían un difícil momento debido a las diferencias políticas, un grupo de hombres del sector de Villa Juana decidió iniciar ese gran proyecto, que hoy se ha convertido en el principal albergue de la niñez y la juventud de ese sector.

Su presidente, Saturnino Martínez (Moñoño), resalta la calidad del trabajo que se desarrolla allí en favor de los más pobres del sector y otros barrios de la capital.

Hoy arribamos al 41 aniversario y estamos contentos y satisfecho con la labor que nuestro club ofrece a la clase deportiva de la República Dominicana; además, a las artes, la educación, la medicina y la sociedad en sentido general, expuso Martínez.

Agregó que entre las grandes figuras que han pasado por esa entidad están el presidente de la República, doctor Leonel Fernández, y el merenguero Johnny Ventura, además de cientos de atletas de alto rendimiento.

El presidente Fernández formó parte de nuestro club en sus años de juventud y su hogar materno estaba donde hoy se encuentra el cine-teatro del club, expuso.

El merenguero Johnny Ventura, fue una de las grandes figuras de ese club en los años 70, puesto que amenizó varias fiestas de recaudación de fondos para la construcción de la moderna cancha bajo techo.

Pero no puedo dejar de mencionar al periodista Leo Corporán, quien ha sido todo para esta entidad. El es nuestro orgullo, ya que se entrega en cuerpo y alma a todos los problemas de esta institución, expuso Martínez.

Dijo que el Club Mauricio Báez sin Leo Corporán no sería igual, puesto que todo lo que existe aquí ha sido por su intervención o gestión.

Cada vez que me reúno con los demás dirigentes de los clubes, les digo que tienen que buscar un Leo Corporán, de lo contrario no crecerán, apuntó el joven dirigente deportivo del sector de Villa Juana.

Con una moderna cancha bajo techo, un teatro, biblioteca, escuela primaria, policlínica y escuela de informática, se puede decir que el Mauricio Báez es el más completo de los clubes deportivos y culturales del país.

En los inicios de los años 60, ese sector estaba plagado de prostíbulos y negocios de baja conducta moral, y por tal razón se hizo más necesaria la organización de una entidad que evitara que la juventud se perdiera en la corrupción.

En aquellos momentos sus fundadores constituyeron una pléyada de muchachos interesados en hacer aportes en la formación sana de la juventud.

Entre esos jóvenes se encontraban Rafael Reyes Jerez, Leo Corporán, Danilo Aquino, Nelly Doñé, Maritzo González, Félix Manuel Pérez, Leonel Carrasco, Héctor Gómez, Juan Ulises García Saleta, Justo Castellano Díaz y Virgilio Travieso Soto.

Las actividades deportivas se iniciaron en un antiguo solar, ubicado en la calle Mauricio Báez, entre la 25 y la Osvaldo García de la Concha.

Los primeros deportes que se practicaron en el club fueron béisbol, voleibol y baloncesto, en los cuales se refugiaron los principales jóvenes del sector y otros barrios aledaños, especialmente de la parte alta de la capital.

En esos tiempos era difícil la obtención de uniformes, por lo que los jugadores participaban con vestarios domésticos.

Se limpió el solar, que en entonces era un basurero público, y se construyó un play en ese lugar, y una cancha para básket y voleibol.

Los dos primeros tableros de la cancha del club fueron donados por el fenecido ingeniero Juan Ulises García Saleta.

Aunque el patrocinio comercial no era en verdad imprescindible en esa época, los principales socios recurrieron a determinadas casas comerciales y lograron los primeros aportes económicos para conformar mejor esta institución deportiva ejemplar.