Alejandro Mejía es un tercera base que pertenece a los Toros del Este en el béisbol otoño-invernal de la República Dominicana.
Pero él no es el típico pelotero dominicano.
Tiene un hablar pausado y cada palabra que sale de su boca parece muy bien pensada.
Igual que muchos, firmó originalmente con un equipo de los Estados Unidos, en su caso, los Cardenales de San Luis, por US$25,000 pero fue dado de baja en el 2012.
Seis años más tarde, y luego de haber firmado en el 2013 con los Hiroshima Toyo Carp, Mejía ha encontrado un camino diferente al de la mayoría, jugando béisbol profesional en Japón.
El año pasado, Mejía fue el líder de bateo de AAA en Japón, y eso le mereció un contrato por seis años con su organización. Ahora, en el 2018, Mejía espera poder hacer el equipo grande.
“Tengo garantizados US$100 mil, pero la cantidad de incentivos que hay parecerían ilimitados”, dijo Mejía, en una visita a la redacción de este diario.
El joven de 25 años cuenta que no ha sido fácil el camino en Japón, principalmente por las diferencias culturales existentes entre las dos naciones.
“Lo más difícil es adaptarse, es un cambio drástico. El idioma y la comida… puede ser complicado”, cuenta Alejandro, al admitir que en más de una oportunidad tuvo que conformarse con alimentos no deseados, pero reconociendo que cuando se quiere progresar, se hace lo necesario… “se aguanta el chucho”.
La disciplina: clave. Para Mejía, una de las cosas que también le tomó un tiempo de adaptación, fue la parte de las grandes diferencias en el comportamiento de los latinos, y principalmente los dominicanos, de los jugadores japoneses.
“La bulla que uno hace, allá molesta. También está la forma en que se comporta uno con los árbitros. Allá eso no se acepta que haya discusiones porque eso se considera una falta de respeto y te sancionan drásticamente”, agregó Mejía.
Fue enfático al insistir en que la educación “juega un papel muy importante en el éxito o el fracaso que pueda tener un pelotero en la liga de Japón. Es más, muchos peloteros con mayor talento pueden quedarse sin trabajo, en comparación con uno que quizás tenga menos talento, pero sea más inteligente y disciplinado”, señaló.
“Si tienes disciplina y condiciones regulares, puedes llegar pero si no tienes disciplina fracasas”.