La efectividad y el costo del Banco Central 
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<P>La efectividad y el costo del Banco Central <BR>(2 de 3)</P>

POR LUIS MANUEL PIANTINI M.
Periodo 2002-2004.

Este periodo se caracteriza por políticas monetarias expansivas combinadas con fuertes desbalances fiscales que tienen su mayor impacto en la peor crisis bancaria en la historia financiera de la nación, con un costo fiscal  equivalente al 23% del PIB (Chile 33%; México 20%; Korea 25%; Indonesia 55%; Thailandia 30%).

En el 2003, año de la crisis bancaria,   se interrumpe el prolongado periodo de estabilidad y crecimiento con una caída del PIB del 1.9%. Durante este periodo de tres años los resultados fueron los siguientes:

a) El PIB crece a un promedio anual del 1.5%

b) La inflación promedio anual fue del 33% y la tasa de devaluación promedio anual fue del 55%

c) Las Reservas Internacionales Netas (RIN) se reducen en US$360 millones y el saldo de la  deuda publica externa crece en  US$2,704 millones, incluyendo las dos emisiones de bonos soberanos por un valor total de US$1,100 millones

d) Perdidas Financieras del Banco Central se elevan al 4.1% del PIB y la intervención para la resolución de la crisis bancaria  representó el 23% del PIB

e) Los valores en circulación del Banco Central se elevan a RD$101,966 millones, con una estructura de vencimientos del 100% a un año o menos, representando el monto de las RIN el 1.5% de estos valores al final del  periodo.

Hasta Septiembre del 2001, las autoridades monetarias apoyadas en una prudente política fiscal, pudieron acomodar la política monetaria expansiva que venían aplicando desde finales del 2000, mediante la acumulación de reservas y la cancelación de valores en circulación (mil noventa millones de pesos), induciendo una baja en las tasas de interés bancarias (la tasa de interés para prestamos para clientes preferenciales de la banca se redujo en nueve y medio puntos porcentuales a Marzo del 2002). Esta reducción del costo del dinero bancario aumento en 30% la demanda de crédito por parte del sector privado en solo un año, entre Dic 2000 y 2001.

A partir del mes de Octubre del 2001, el gasto público inicio una fuerte expansión con el ingreso de los primeros bonos soberanos por valor de US$500 millones a las RIN del Banco Central. Las autoridades monetarias advirtieron al Gobierno sobre el riesgo enorme de esta decisión, ya que ponía en peligro la estabilidad macroeconómica, puesto que implicaba la monetización de una fuerte cantidad de dinero puesta en circulación en un corto periodo de tiempo. Esta decisión además, obligaría a las autoridades monetarias a revisar su política monetaria.

Los resultados de esta advertencia fueron evidentes en los movimientos de las variables macroeconómicas; el PIB que creció 8.1% en el primer semestre del 2002, redujo significativamente su crecimiento durante el segundo, concluyendo el año con un aumento del 4.4%. La tasa de inflación anual del 4% en junio concluyo diciembre en 10.5%. Las RIN a septiembre 2002 se habían reducido en US$582 millones, o sea superando la totalidad del ingreso de los bonos soberanos de septiembre del 2001, lo que contuvo la devaluación de la moneda en 8% en los primeros 8 meses del 2002. Sin embargo esta se acelera a partir del mes de octubre y el año termina con una tasa de devaluación del 26%.

Varios factores jugaron en este proceso inflacionario, de devaluación de la moneda y de perdida de las RIN:

a) la reticencia de las autoridades monetarias a aplicar a tiempo políticas de restricción monetaria para proteger las RIN esperando recibir respuestas del gobierno en la restricción del gasto fiscal. Las autoridades monetarias no querían afectar las tasas de intereses bancarias (lo que se confundió erróneamente con una política de deslizamiento de la tasa de cambio, ya que esta no era su objetivo). Esta reticencia implicó que la banca asumiera operaciones de mayores riesgos en sus colocaciones del exceso de liquidez, ahora multiplicado por la monetización de los bonos. El crédito de la banca aumentó en un extraordinario  50% en dos años, a diciembre del 2002. Este aumento imprudente del crédito por parte de la banca, fue causa principal de los desencajes de los bancos en septiembre del 2002, cuando por las fuertes pérdidas de las RIN disminuyó rápidamente la liquidez de la economía, lo que obligó a los bancos a recortar sus créditos para recuperar liquidez. En el mes de Septiembre, las autoridades auxiliaron a los bancos a través de redescuentos y en el mes de octubre redujeron en 3 puntos porcentuales a 17% el encaje legal, cumpliendo los bancos a partir de ese momento con el nivel de encaje requerido, con excepción  de  los tres bancos que al final quebraron, no por problemas de liquidez sino de solvencia; por el mal uso que le venían dando desde hacía años a los recursos de terceros. Esta realidad hay que dejarla muy claramente establecida, pues se ha querido confundir a la población no conocedora de los números  sobre el origen de la quiebra de tres bancos, señalando sobre una supuesta crisis macroeconómica que en septiembre del 2002 estaba siendo incubada, pero que todavía  no existía.

b) el crecimiento de la incertidumbre de las empresas y personas en los resultados de los desbalances fiscales, reflejados en las rápidas pérdidas de las RIN, y en un aumento imprudente del endeudamiento externo, incertidumbre que se demuestra en el resultado negativo de US$1,514 millones que reflejan las subcuentas cartera y  otros, de la cuenta financiera de la Balanza de Pagos al 31 de diciembre del 2002 y

c)  debido a que hasta el mes de marzo del 2002, BANINTER según las auditorias realizadas, utilizó una buena parte de los redescuentos otorgados para realizar pagos de sus asociados en el exterior.

La fuerte devaluación y aumento de precios que se produce entre septiembre del 2003 y febrero del 2004 tienen sus orígenes en a) la aceleración de la dolarización de los activos líquidos por el aumento de la incertidumbre que origina el rompimiento de los acuerdos con el FMI y b) la pobre capacidad de manejo de las autoridades monetarias para absorber o neutralizar el aumento de liquidez bancaria principalmente la que se acumula en las primeras semanas de enero. El retraso por parte del Banco Central (por posiciones técnicas internas conflictivas, como lo atestiguo recientemente en un articulo en este mismo diario el exgerente) a responder a pagar las tasas de interés que demandaba el mercado, al final concluyo en mayores tasas de interés y de devaluación.

La crisis bancaria  obligó a las autoridades monetarias a proteger el Sistema de Pago de la Nación  expandiendo la base monetaria en unos RD$105 mil millones. A consecuencia de esta crisis se importantiza el resultado de las perdidas financieras del Banco Central, cuyo valor nominal se venia acumulando desde la década de los años setenta como consecuencia de: las perdidas cambiarias;  la no entrega de pesos por parte del gobierno para el pago de la deuda externa, ni para el pago de los intereses de los bonos públicos; por asumir el pago de la deuda externa comercial privada etc.).

A partir del año 2003, la variación en la relación porcentual de estas perdidas financieras del Banco Central con el PIB nominal, medirán  la eficiencia de como las autoridades manejan la política macroeconómica, o sea el nivel de coordinación existente entre  las políticas fiscal y monetaria.

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