La elegancia del Secreter antiguo

La elegancia del Secreter antiguo

Hubo una época en la que los muebles debían cumplir varias funciones. Además de tener muchos compartimientos tenían que ser útiles para sus usuarios. Cuando se escribían cartas, no se usaba un comedor o sala. Se tenía una habitación de estudio pensada para ello con su respectiva mesa y cajones para guardar papel, sobres y tinta. Así nació el secreter.
Se trata de un mueble que ha convivido en la decoración durante generaciones, y al que desterraron del mobiliario por ser “anticuado”. Ahora vuelve a resurgir con mucha fuerza porque las piezas clásicas o vintage nunca pasan de moda.
En el interiorismo de hoy se le da otros usos, se puede encontrar este escritorio tipo secreter como un original mueble del recibidor. Además de la repisa superior, cuenta con una repisa extra, cajones y la zona de escritorio, que queda oculta a la vista.
En la habitación. Por su tamaño, esta cómoda es el complemento perfecto para dormitorios o estancias amplias. Además de desahogar el armario, es una pieza que resulta decorativa por sí sola.
También puede ser la pieza clave para darle un toque único a ese rincón “muerto” del dormitorio, el salón, el recibidor o incluso el comedor.
Si su belleza no te cautiva sin duda lo hará su practicidad. Sus múltiples cajoncitos la convierten en una pieza muy práctica en cualquier estancia. Incluso como separador de la zona de comedor y, a la vez, permite tener en orden lo más pequeño de la cocina: desde accesorios hasta especias y demás. Además, sus tiradores pueden personalizarse con etiquetas, perfecto para identificar el contenido.

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