La divulgación la semana pasada de los resultados de la encuesta política de Mark Penn arrojó interesantes conclusiones y advertencias.
Primero, que Danilo Medina sigue siendo muy popular pues su favorabilidad es de 68%, contra un 31% de no favorable. Entre catorce personalidades políticas solo es superado en favorabilidad por su propia vicepresidente, Margarita Cedeño de Fernández. Un 69% está satisfecho con la labor de Medina y entre los independientes, es decir los no afiliados o simpatizantes de un partido político, esa proporción es alta, un 64%.
Cuando se preguntó, sin citar nombres, quién debe de ser el candidato presidencial del PLD, Medina fue el más mencionado, a pesar de que la actual Constitución no le permite ser candidato. Su principal debilidad es que la gente percibe la criminalidad, la delincuencia, el desempleo y la corrupción gubernamental como los principales problemas del país.
Un 59% piensa que el actual gobierno o es menos honesto o igual de honesto que los pasados y solo un 38% opina que es más honesto que los otros. Un altísimo 68% no cree que nuestro sistema judicial condenará a los acusados por corrupción en el caso Odebrecht.
Segundo, a Leonel Fernández no le va bien. Es visto más desfavorablemente que favorablemente, 56% contra 42%, aunque esa relación ha mejorado desde mayo de 2016. Cuando se preguntó, sin citar nombres, quién debe ser el candidato presidencial del PLD quedó en tercer lugar con tan sólo un 18% y entre los propios peledeístas sacó un 29%, en contraste con el 42% de Medina. Aunque Leonel Fernández le ganaría pero en primera vuelta a Luis Abinader y a Hipólito Mejía, si las elecciones fueran hoy, si enfrenta a David Collado solo saca cinco puntos de ventaja, con un 15% de indecisos. La encuesta no midió, ni podía medir, una situación en que Danilo Medina elige a su delfín, alguien que no fuese Fernández y lo apoya durante toda la campaña electoral.
Entre los candidatos del PRM el más fuerte es David Collado, el único entre tres analizados (Abinader y Mejía son los otros dos) que podría ganarle a Leonel Fernández. Como candidato del PRM está en segundo lugar, superado solo por Abinader. Collado obtiene en el Distrito Nacional un altísimo 89% de satisfacción por su labor como alcalde. Hasta los peledeístas, en un 87%, están satisfechos con él, así como un 86% de los independientes. Abinader es visto favorablemente, 51% contra 39%, una fuerte mejora de 20 puntos desde mayo de 2016 y como candidato del PRM saca un 38%.
A Hipólito Mejía le va mal, pues es altamente impopular (63% contra 32%, es decir 2 a 1) y apenas un 16% lo escoge como candidato del PRM. Dentro de los propios simpatizantes y miembros del PRM solo saca un 15%. Compitiendo contra Leonel Fernández apenas sacaría un 20%. A Miguel Vargas Maldonado le va peor, tanto en votos como en simpatía.
La gran sorpresa de la encuesta ha sido lo de la Marcha Verde sobre la cual un muy alto 84% ha oído hablar y de estos dos terceras partes simpatiza con sus propósitos y ansias. Entre los que tienen entre 18 y 24 años esa proporción sube a 77%. Un 69% de los independientes expresaron esa simpatía y aún un 51% de los peledeístas. Esa sorpresa está vinculada a otra, pues en el pasado apenas un 7% de los votantes se declaraban independientes, es decir no miembros o simpatizantes de un partido. Esa proporción ahora es de un extraordinario 58%. En enero de 2016 era solo un 36%. Ahora apenas un 29% se declara miembro o simpatizante del PLD, cuando en enero de 2016 era un 41%, lo que quiere decir que muchos peledeístas han pasado a ser independientes, durante un período de bonanza económica. Es lo que llamamos el “efecto Odebrecht”. Lo anterior significa que en el ambiente electoral existe mucha volatilidad e incertidumbre, pues más de la mitad de los votantes ahora son independientes. Los peledeístas, a pesar de ofrecer superfluos empleos públicos y miles de tarjetas de Solidaridad, solo cuentan hoy con un 29% de miembros o simpatizantes.