Argel (EFE).- La salud del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, se ha convertido en el principal tema político al que hacen frente en estos momentos el gobierno, los partidos y el hombre de la calle.

Buteflika fue trasladado el 26 de noviembre a un hospital militar de París, donde se le intervino de una úlcera hemorrágica, una operación que, según el único parte médico dado a conocer hasta ahora, se desarrolló sin problemas.

Desde entonces, el primer mandatario de Argelia se encuentra en período de convalecencia, lo que a juicio del gobierno no le impide seguir de cerca el desarrollo de los acontecimientos en el país, donde reina la mayor tranquilidad aparente.

Pero, a medida que pasan los días, la incertidumbre se ha apoderado de los medios políticos, debido al silencio que mantienen las autoridades, las cuales justifican su parquedad de palabra aludiendo al secreto médico.

Tan sólo la prensa francesa se ha lanzado a especular sobre la enfermedad de Buteflika en términos bastante alarmistas, lo que ha desatado en Argel la furia y el rencor de los medios oficiales y de la propia prensa argelina.