POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
Santo Domingo fue sede recientemente del XIV Congreso Centroamericano y del Caribe de Enfermeras Graduadas, en el que se puso de manifiesto que la enfermería ha registrado un notable desarrollo en República Dominicana y que hay aquí alrededor de siete mil graduadas universitarias en esa rama.
En estos momentos existen doce universidades con carreras de enfermería y muchas jóvenes la siguen en forma entusiasta, a pesar de que los niveles salariales son bajos tanto en el sector oficial como en el privado.
La carrera, de la que fue pionera en 1966 la Universidad Católica Madre y Maestra, de Santiago, dura entre cuatro y cinco años y hay un internado de seis meses en un establecimiento asistencial como requisito obligatorio para obtener el título.
La principal organizadora del congreso, Josefa Encarnación, presidenta de la Asociación Dominicana de Enfermeras Graduadas (ADEG), estimó en 12 mil las enfermeras que carecen de formación universitaria, pero que disponen de algún tipo de enseñanza en escuelas vocacionales.
Y dijo que de las 7 mil graduadas, hay muchas con doctorados y otras especialidades. Entre estas últimas citó las enfermeras obstétricas, las especializadas en administración y gerencia hospitalaria, en cuidados intensivos y en obstetricia y pediatría. En su opinión, la enseñanza universitaria es actualmente buena, pero requiere algunos cambios y sobre todo actualización. Cree que debido al nuevo sistema de salud inspirado por la seguridad social, se debe producir una revisión del pensum de estudios, de manera que las enfermeras estén bien claras en qué consisten las reformas y cuáles son sus responsabilidades como profesionales.
Salarios
El mayor problema que ella ve en esa rama de la medicina es el de los bajos salarios, situación que obliga a incurrir en el pluriempleo, con la consiguiente afectación física y familiar.
Los niveles salariales de las enfermeras, considerados muy bajos en toda América Latina y especialmente en República Dominicana, constituyó uno de los temas más relevantes del Congreso Centroamericano y del Caribe de Enfermeras Graduadas, efectuado en el hotel Dominican Fiesta con la participación de delegaciones de Puerto Rico, Cuba, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, España, Colombia, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos y República Dominicana.
La presidenta de la ADEG dijo al respecto que el salario que percibe una de esas profesionales en el país no es ni la cuarta parte del ingreso que percibe un vendutero que baja en un triciclo desde el Mercado Nuevo de la avenida Duarte hasta el centro de la ciudad de la capital.
Para ella da vergüenza que una persona que ha dedicado tantos años de estudios y sacrificio termine ganando unos centavitos. Y resaltó que a esta situación se une las precarias condiciones en que las enfermeras desarrollan su trabajo, alegando que por más que remodelen la estructura física de los centros de salud, los equipos no funcionan y los utensilios son insuficientes para satisfacer la gran demanda de atenciones.
Las enfermeras son el único personal de la salud que trabaja 24 horas y por tanto más utiliza los equipos y comparte mayor tiempo con los pacientes, oyendo sus quejas y necesidades y conociendo mejor la realidad intrahospitalaria, sostuvo.
Estos criterios fueron respaldados por la licenciada Regina Silverio, ex presidenta de ADEG y titular del comité científico del congreso, quien se quejó de que los bajos niveles salariales predominan aquí tanto en el sector público como en el privado.
En el sector privado la situación es peor, ya que se paga menos que en el sector oficial. Incluso, muchas de las clínicas del país no tienen profesionales de enfermería y emplean practicantes rudimentarias de enfermería, agregó Valdez. Consideró que si se realiza un proceso estricto de re-certificación de las enfermeras en ejercicio, muchas tendrán que salir o iniciar estudios de preparación.