La entrevista

La entrevista

POR DANILO CRUZ PICHARDO
La entrevista es una técnica de investigación usada en diferentes campos del conocimiento científico. En el periodismo la entrevista constituye el principal medio para la obtención de informaciones. El periodista tiene reservado el papel de plantear las preguntas y su tarea consiste en hacer hablar a su interlocutor, llevando siempre en mente el interés de la opinión pública, la cual desea conocer informaciones novedosas.

Entrevistar a una persona significa hacerla hablar. Y para hacer hablar a una persona se requiere ser buen conversador, cualidad que no adorna al grueso de los reporteros dominicanos, generalmente aprendices del periodismo y no dotados de la cultura necesaria para el establecimiento de un diálogo que contenga preguntas conceptuosas y que induzcan al entrevistado o fuente a ofrecer informaciones importantes. El reporterismo, por consiguiente, debía de estar reservado a periodistas veteranos y no a los jóvenes que se inician en la profesión.

Es que se debe de valorar más la importancia que tiene la entrevista, considerada por muchos autores de libros de textos como «la piedra angular del periodista», por aquello de que la mayoría de las noticias que se publican en los medios informativos obedecen a declaraciones ofrecidas por fuentes fijas (generalmente personalidades prominentes) mediante el uso de esta investigativa técnica.

Tratándose la entrevista preferiblemente de un diálogo personal y cara a cara (aunque algunos autores hablan de otras formas para su implementación), lo ideal es que el entrevistador se valga del uso del grabador, porque este aparato recoge todos los datos emitidos por la fuente, facilita las citas textuales y permite que el entrevistador se concentre en la formulación de nuevas preguntas.

Dice Hugh C. Sherwood que «nada es más importante para el éxito de la mayoría de las entrevistas que su preparación previa». Ello significa, agrega el suscrito, conocer bien al entrevistado, los temas a tratar y la elaboración de un cuestionario conteniendo algunas preguntas importantes, las cuales nunca debían de leerse en la cara del entrevistado, porque se anotan con el objetivo de memorizarlas. De olvidar alguna, entonces discretamente revisa el cuestionario. Es un cuestionario sobre el cual el entrevistador se puede deshacer de forma parcial o total, dependiendo de las circunstancias de la entrevista, porque en ocasiones surgen preguntas tan o más importantes que aquellas elaboradas anticipadamente.

Los muchachos que ejercen el reporterismo se encuentran muchas veces con entrevistados muy difíciles, que inclusive ofrecen un trato inadecuado a los representantes de los medios informativos. Esos entrevistados debían de copiar de Franklin D. Roosevelt, antiguo presidente de Estados Unidos, quien era un maestro de los medios de comunicación y supo que necesitaba a la prensa para decir al pueblo americano adónde quería que fuera el país.

En los últimos tiempos, en nuestro país, las conferencias de prensa se han popularizado mucho. Y las denominadas figuras públicas (funcionarios gubernamentales, empresarios, líderes políticos, artistas, etc) no desaprovechan este tipo de entrevista, en la que se usa el relacionador público o encargado de prensa para su montaje. Con el avance de los medios electrónicos (cuantitativa y cualitativamente) las conferencias de prensa contribuyen a proyectar bastante.

También ha crecido el número de los denominados programas de panel en los medios audiovisuales y se nota una mayor preparación de sus productores en las entrevistas que realizan. Aunque Rivadeneira Prada considera que no hay reglas fijas para la entrevista, la mayoría de los autores, que abordan este tema, formulan recomendaciones prácticas muy buenas y han dado magníficos resultados a los entrevistadores.

Entre esas sugerencias están el empezar la entrevista con temas agradables al entrevistado, para obtener un ambiente de confianza; dejar las preguntas duras de último; no responder preguntas que haga el entrevistado; la preparación previa de los temas; exhibir una postura equilibrada, ecuánime, serena, de cortesía, no demasiado complaciente; no aceptar cuestionario de preguntas elaboradas por el entrevistado, porque es una falta de ética; mantener el control de la entrevista; hacer preguntas conceptuosas e inteligibles; y no permitir que el entrevistado se vaya por la tangente, haciendo creer que dio respuesta a una pregunta, cuando en realidad lo que hizo fue hablar de otra cosa. De ocurrir esto último, es aconsejable reiterar la pregunta con la mismas o con otras palabras.

Siempre se debe de tener presente que en una entrevista la persona más importante es el entrevistado. Es a él a quien la gente quiere escuchar y ver hablar, por lo que no se le debe interrumpir innecesariamente, reprochar sus respuestas y mucho menos establecer polémicas con el mismo ni pretender constituirse en centro de atención, procurando el lucimiento personal, cuando lo que se debe de buscar es simplemente opiniones y noticias del entrevistado. En una entrevista los roles están definidos anticipadamente: uno pregunta y el otro responde.

El productor de un programa no debe de olvidar que el entrevistado es un invitado (así se le suele llamar) y como tal amerita un trato cortés en el mayor sentido de la palabra. Y dejarlo hablar conforme a su mejor parecer, porque el derecho a expresarse no se le debe coartar a los entrevistados, independientemente de que el entrevistador esté en desacuerdo con los juicios emitidos. Al entrevistado se le permite que ofrezca sus propias respuestas.

Publicaciones Relacionadas