La epidemia de ébola persiste, con entierros como principal foco de infección

La epidemia de ébola persiste, con entierros como principal foco de infección

Ginebra. La epidemia de ébola persiste y aunque la transmisión ha declinado radicalmente con respecto a hace pocos meses, se cree que los entierros siguen siendo un foco importante de infección y se reconoce que la reapertura de las escuelas en los países afectados representará un gran reto.

Esta fue la conclusión a la que llegaron hoy los dos principales responsables globales de la lucha contra el ébola, el enviado especial del secretario general de Naciones Unidas, David Nabarro, y el director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward.

En el periodo de octubre a diciembre pasado, la repuesta internacional frente al ébola permitió dotar a Liberia, Sierra Leona y Guinea (los tres países más afectados por la enfermedad) de 2.000 camas en centros de tratamiento, constituir 255 equipos enterradores y desplegar a 11.800 personas con la tarea de rastrear a los contactos de los enfermos.

Sin embargo, Nabarro admitió que un punto débil siguen siendo los entierros, uno de los cuales se cree que fue el foco infeccioso responsable de al menos once de los 39 casos registrados la semana pasada en Guinea, frente a 30 de una semana antes.

Recordó, a ese respecto, la dificultad de cambiar prácticas tradicionales que tienen que ver con limpiar y tocar el cadáver, por lo que se cree que pueden estar produciéndose “entierros secretos» en los que se realizan manipulaciones de alto riesgo.

La epidemia de ébola, declarada hace once meses, ha provocado 22.487 casos (entre confirmados, probables y sospechosos) y 8.979 decesos, la mayoría en Sierra Leona (10.756), seguida de Liberia (8.745) y Guinea (2.986), donde apareció el brote.   Según los recuentos de la OMS, sólo la semana pasada se registraron 80 casos en Sierra Leona y 5 en Liberia, frente 65 y cero durante la semana anterior.

Sobre la próxima reapertura de las escuelas, anunciada para dentro de diez días en Liberia y para fines de marzo en Sierra Leona, mientras que en Guinea han abierto recientemente, Nabarro dijo que el cierre prolongado de las misma ha supuesto “problemas graves para el funcionamiento de las sociedades».

“Estamos satisfechos de ver que las escuelas reabren, pero queremos que se haga de manera segura y por eso estamos trabajando con los gobiernos y las comunidades para reducir el riesgo de que se conviertan en lugares de transmisión” del virus, comentó.

En muchas zonas afectadas por la transmisión del ébola, las escuelas llevan cerradas cerca de un año y los tres países decidieron retrasar el inicio del curso escolar, previsto entre julio y agosto pasados.

La reapertura segura de los establecimientos educativos pasa por contar con medios para el control rutinario de la temperatura, para mantener una higiene constante de manos y con cantidades suficientes de cloro para desinfectar los espacios, en circunstancias en que muchas escuelas ni siquiera cuentan con agua corriente.   Sobre la financiación de las estrategias contra el ébola, Nabarro recordó que los requerimientos financieros suman unos 2.500 millones de dólares, de los que se han recibido unos 1.500 millones en total.

El representante de la ONU para la lucha contra el ébola elogió el esfuerzo de donantes individuales, corporativos y públicos en términos de financiación, pero les apremió a contribuir lo más pronto posible “porque el dinero vale hoy más de lo que valdrá en un mes».

Por su parte, Aylward aseguró que el virus del Ébola mantiene sus características y no presenta mutaciones genéticas que puedan dificultar las acciones dirigidas a detener la epidemia.   “No hay evidencia en este momento de que haya alguna mutación asociada al virus del Ebola, que le confiera alguna característica que complique la respuesta o con respecto a la manera en que se transmite”, aseguró. EFE   i

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