La equinoterapia ya está en el país

La equinoterapia ya está en el país

Es sabido que la cercanía con animales domésticos, como perros y gatos, tiene efectos benéficos  en la salud mental y emocional de las personas. Sin embargo, para muchos es desconocido el efecto que pueden tener los caballos, no sólo en el estado de ánimo, sino  en la salud física del ser humano.

Los caballos son los instrumentos principales de la equinoterapia, conjunto de técnicas terapéuticas que se utilizan para rehabilitar a niveles físico, síquico y social, mediante el contacto entre el alumno, el caballo y un terapeuta.

Se dice que la equinoterapia surgió para tratar a los soldados heridos durante las guerras en Europa, pero antes de la Era cristiana, Hipócrates hablaba de lo beneficioso para la salud física y emocional que podría ser andar a caballo.

Hoy, las razones se conocen bien. Entre ellas está el calor corporal que transmite el caballo al  montarse y los impulsos que hacen sus movimientos rítmicos en el cuerpo del paciente, los cuales se transmiten desde el cinturón pélvico hasta la cabeza, pasando por toda la columna vertebral. De esta manera la equinoterapia es una técnica efectiva para tratar a pacientes con problemas psicomotrices, o con condiciones como el síndrome de Down.

Aunque la equinoterapia no es una novedad, hasta hace poco no se había implementado en nuestro país. En la Ciudad Ganadera comenzó a funcionar recientemente Free Hearts Equine Therapy, un centro de equinoterapia dirigido por Michelle David de Read.

Michelle explica que en el centro se trabaja  con personas con alguna discapacidad y con aquellas que tienen algún problema conductual como hiperactividad, conducta agresiva, adicciones, depresión.

“Cada patología requiere una terapia distinta. Por ejemplo, con los niños hiperactivos se busca que toda esa energía que no pueden controlar la canalicen a ciertas tareas relacionadas con el caballo. Lo ponemos a cepillar el animal,  peinarlo y “rasquetearlo”. Se le supervisa y se procura que lo haga bien. Luego se le ponen ejercicios sobre el caballo y se combinan con juegos, para que los disfrute”, manifestó David, instructora de equinoterapia certificada por la Asociación Norteamericana de Equitación para Discapacitados (NARHA, por sus siglas en inglés).  En otros ejercicios se hace pasar al caballo por obstáculos o se pide al paciente que vaya atrapando objetos mientras cabalga.

La especialista indica que en casos de niños con síndrome de Down se ha logrado que éstos aprendan a relacionarse más. Esto se debe a que el caballo responde a los cariños recibidos y esto motiva a los niños a dar afecto y socializar. Cuando la patología es muy seria, el centro exige una certificación médica donde se especifique el tipo de terapia que el paciente puede recibir.

Caballos especiales

Pasos que simulan  el caminar del humano

Para la equinoterapia se utilizan caballos que han sido entrenados  para tener contacto con las personas y soportar movimientos sobre ellos. La raza más usada es el Cuarto de Milla,  fuerte y cuya ancha espalda permite realizar ciertos movimientos estimuladores.

“Los caballos son entrenados para realizar el paso tridimensional, un paso que cuando el caballo lo ejecuta con la persona encima simula el caminar del humano. Cuando tienes una persona invalida, que no puede caminar, la montas en un punto específico del lomo. Ejecutas el paso tridimensional en la terapia y esa persona  recibe una serie de impulsos como el latido del corazón del caballo, su calor (el caballo se monta sin silla para eso). Al ejecutar ese paso se trabajan los músculos y la columna vertebral del paciente, de manera que su cerebro recibe la información de que está caminando. Si la persona tiene posibilidades de volver a caminar, estas aumentan con la equinoterapia”, asegura David.

Free Hearts Equine Therapy  funciona en la Chiquigranja de la Ciudad Ganadera. Para comunicarse con Michelle David, puede hacerlo accediendo al correo electrónico freeheartsadm@gmail.com

Una máquina perfecta

“La espalda del caballo es una superficie musculo-esquelética que ninguna maquinaria puede igualar. Esa superficie, al no ser rígida, permite el movimiento tridimensional, y imitar el caminar humano impide a los órganos internos entrar en un deterioro por la inmovilidad. Hay personas que al estar mucho tiempo inmóviles pierden tono muscular, y esto ayuda a prevenirlo”, explicó David. El paciente siempre es acompañado por un instructor, aunque no todos los ejercicios se hacen sobre el caballo.

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