LA ERA DE TRUJILLO
La cronología de los 30 años del dictador

<p>LA ERA DE TRUJILLO<br/><strong>La cronología de los 30 años del dictador</strong></p>

POR ÁNGELA PEÑA
Aunque algunos miembros de jurados de premios nacionales de historia han desestimado su producción, una vez por considerarla trujillista, otra no se sabe por cuales razones, los más recientes libros de Fernando Infante son  inapreciable  material de consulta para investigadores, estudiantes, historiadores y cualquier otra persona interesada en localizar con rapidez hechos y fechas ocurridos en el lapso comprendido entre 1930 y 1978.

“La Era de Trujillo”, que ofrece una relación de los acontecimientos de mayor trascendencia acaecidos desde el 1 de enero de 1930 hasta el 19 de noviembre de 1961, aún no ha sido publicada pero no pocos cronistas del pasado la han fotocopiado por el inmenso valor que le confieren. Infante la presentó para el Premio Nacional de Historia, renglón Documentos, que auspicia la Secretaría de Cultura. Esta categoría fue declarada desierta.

“No puedo entrar a enjuiciar al jurado, es un jurado de académicos, de gente escogida por su conocimiento profesional para emitir juicio y evaluar una obra, pero yo me limito a decir que presenté una obra muy completa, muy exhaustiva, que sí fue un trabajo de investigación porque valerse de todos los periódicos importantes para hacer una cronología, si eso no es trabajo de investigación, yo quisiera que me dijeran qué es lo que es trabajo de investigación”, comentó el laborioso investigador.

Remite a la opinión del prologuista, el historiador Franklin Franco, quien escribió: “He trabajado en varias oportunidades sobre el trujillato y con sinceridad debo expresar que la única cronología existente sobre ese importante periodo de la historia nacional, la de don Emilio Rodríguez Demorizi, no solo no cubre el periodo completo de la tiranía, 1930-1961, sino que además, al ser publicada durante ese gobierno, la obra padece las limitaciones naturales que la autocensura impuso a quien era en ese momento uno de sus altos funcionarios… No sería exagerado afirmar, en consecuencia, que los aspectos más relevantes de los acontecimientos que cubre la cronología de Rodríguez Demorizi, se le ahogaron en el tintero de la censura que imponía su compromiso con el régimen de Trujillo”

Respecto a la cronología de Infante, comenta Franco que es, por tanto, “más completa, más pormenorizada, más rigurosa, totalmente diferente pues está elaborada con una visión más abierta y de mayor cobertura”. Entiende que los investigadores dominicanos agradecerán profundamente la acuciosidad demostrada por Fernando Infante pues los estudios cronológicos constituyen, sin duda, “instrumentos de trabajo indispensables que ahorran tiempo y permiten superar muchas angustias”.

“La Era de Trujillo” tiene 861 páginas. Reproduce noticias de La Información, La Opinión, La Nación, El Caribe, Listín Diario, Diario del Comercio, Nuevo Diario, El progreso (La Vega), entre otros. Incluye fotos inéditas del trujillato y un cuidadoso Índice de nombres. No se limita a la política, se extiende a las actividades artísticas, culturales, sociales, urbanísticas, económicas, religiosas.

Ejemplos: “El poeta JB Lamarche comenta la conferencia de Joaquín Balaguer, “Sevilla, la ciudad de la gracia”, y además de exaltar la calidad se refiere al conferencista a quien no conocía más que de nombre, lo sorprendió su sincera, su auténtica modestia. Estamos tan acostumbrados a la vanidad tropical. Lo define, además, como un hombre tímido, hermético y reposado. Está lleno de un silencio comprensivo. Parece en su aspecto exterior de recogimiento, un seminarista. Los ojos enfocados tras de los cristales. El cabello espeso y negro. Estrecha la frente noble. El gesto medido. Su carácter se resiste a toda familiaridad, y da una sensación de vida honda y reconcentrada”.

“Desde este mes de septiembre la República Dominicana estará unida al servicio radiotelefónico internacional. Este progreso en nuestras comunicaciones permitirá a cualquier persona hablar desde su aparato telefónico con cualquier parte del mundo”. “Los esposos Rubirosa-Trujillo inauguraron la elegante y bella residencia que acaban de construir entre la avenida Presidente Trujillo y la avenida Independencia, que han llamado “Rancho Cayuco”. “Cañas y Bueyes, la anunciada novela del doctor FE Moscoso Puello, ha sido puesta en circulación, y se trata de un bello exponente de la literatura vernácula, de tendencia costumbrista”.

“La distinguida y bella señora Tomasina de Estrella Ureña, Primera Dama de la República, salió para la capital para instalarse en la Mansión Presidencial junto a su ilustre esposo”. “Joaquín Balaguer, en un artículo, defiende la selección de Rafael F. Bonnelly para la diputación por Santiago en competencia con Alexis Liz porque, según expone, su candidatura se llevó a cabo dentro de un ambiente de inaudito respeto a la voluntad de los organismos soberanos”. “Anoche, a eso de las diez, fue asesinado el señor Virgilio Martínez Reyna, después de apagado el alumbrado público en San José de las Matas. Recibió en su cuerpo siete heridas de bala y otras más de puñal y machete. La esposa recibió dos balazos en el vientre y murió en la mañana de hoy en la clínica del doctor Cuello. Antes de morir declaró que los asesinos eran tres hombres y estaban tiznados” En cada nota, Infante pone fecha, página, columna, medio de comunicación en que se publicó.

“Por trujillista”

El otro libro que Fernando Infante sometió a premiación fue “Trujillo, aproximación al hombre y su tiempo”, rechazado, calificado de trujillista, según rumores. “Sí. Hubo un miembro del Jurado que se opuso de una forma tajante a que se le otorgara el Premio de Historia en aquel momento. De los tres, dos consideraron que ese esfuerzo lo merecía pero hubo uno que hasta dio en el escritorio donde estaban reunidos diciendo que él no permitía, que por él no se aprobaba ese libro y, como quiera que sea, entre los jurados siempre hay un avenimiento, una solidaridad profesional, una serie de cosas que motivan a que el que más impulso tenga obtempere entre ellos”.

Fernando Infante, nacido en Santiago en 1935, y  embajador en El Salvador durante el balaguerato, es además autor de “Los viejos días”, “Aquelarre, cuatro años de política dominicana 1978-1982”, “Cronología Histórica: 21 de noviembre 1961-junio 1966” patrocinado por Ediciones Librería La Trinitaria, y “12 años de Balaguer, cronología histórica”, que ahora circula por segunda vez con formato nuevo, diferente.

Para escribir los 12 años de Balaguer, Infante sólo consultó El Caribe y Listín Diario. ¿Refleja el libro la realidad de lo ocurrido en esos años de persecución política, asesinatos, sangre en las calles, clandestinidad, bandas criminales que fueron amenaza para la oposición a Balaguer? “Me atuve a esas dos fuentes nada más porque en su momento eran los dos periódicos más importantes, más diversos y más equilibrados. Presentaban los hechos de una forma menos espectacular, menos sesgados, por tanto, como mi interés es ofrecer los acontecimientos históricos de una forma sosegada, sin pasión, lo menos cercano al fanatismo, sólo me valí de esos periódicos, esa responsabilidad la asumo porque en ellos, si bien no se exaltaba de una forma tan notoria los momentos difíciles, sangrientos, por lo menos había una presentación como realmente yo, como investigador histórico, la busco”.

Al observarle que Ultima Hora y El Nacional ofrecían pormenores de los hechos que no incluían los matutinos, más acordes con la cruda realidad de entonces, contesta: “Ese es el planteamiento que haces desde el punto de vista periodístico, yo, como investigador, veo que estos dos periódicos tenían una mayor cobertura y digo grandes por la circulación”. Ante las réplicas, dice preferir no entrar en ese campo porque no es periodista.

-¿Es trujillista? ¿Fue balaguerista? Responde que no es trujillista ni antitrujillista, pero sí “ardoroso defensor de Balaguer desde el momento que asumió la presidencia a la muerte de Trujillo y en 1966, cuando regresó al poder seguí siendo defensor del Balaguer histórico, político, de avenencia, sensato. Me llevó a Balaguer su oratoria, me fascinaba el Balaguer del exilio que enviaba las cintas magnetofónicas. Para mí ese es el único periodo en que ha habido en este país una verdadera oposición política”.

A Trujillo, dice, trata de enfocarlo “dentro de una óptica equilibrada, que no se vea como se ha pretendido ver, como un asesino, criminal, ladrón”. Encuentra esos términos groseros e impropios para la literatura porque “el verdadero historiador no acude a esos calificativos”. Trujillo fue para Infante un hombre “con carácter, decisión, firmeza, con una resolución como pocos políticos dominicanos la han tenido en la historia. Tenía un norte definido”. Considera que “para transformar la sociedad utilizó lo mejor y más expedito, los mejores hombres para que contribuyeran a ese esfuerzo, por un lado y por otro exterminó, aniquiló a los que  se presentaban como obstáculo para esa transformación…”

-…Que logró a fuerza de crímenes, persecución, tortura, crueldad, sangre, desapariciones. ¿También con eso está usted de acuerdo?- se le interrumpe. “No en términos morales, porque estás mezclando lo moral, lo ético con lo político, que es divergente con lo histórico. ¿De qué forma se podría transformar la sociedad? Porque Gregorio Billini, Ulises Espaillat trataron de transformarla, sin embargo, utilizando otros métodos, Ramón Cáceres hace un gobierno admirado por todos”.

-No por todos- “Perdón, no se debe ser absolutista. Pero oposiciones siempre ha habido”.

En su plática, Infante cita a Maquiavelo: “Puede ser hasta perdonado el gobernante o el príncipe que para disciplinar a una sociedad, para transformarla, utiliza cualquier método, puede ser perdonado, reitera, y así ha sido la historia”.

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