Efecto. Fascinante, elegante, seductor… La fiebre del oro invade espacios contemporáneos.
Aunque pueda sonar arriesgado, el dorado es uno de los tonos más de moda en la decoración actual.
Si bien es una tonalidad asociada a la realeza, al lujo y al glamour, en dosis moderadas puede adaptarse a varios estilos decorativos.
A simple vista es un color difícil de manejar, pero si aciertas con el dorado conseguirás una atmósfera muy cálida y elegante. Es un color muy fácil de combinar. Encaja muy bien con tonos neutros como el blanco, el gris, el crema, los colores tostados o tierra. Si quieres aplicar el dorado en ambientes más exóticos combina con rosa, naranja o púrpura.
En pequeños detalles
Los accesorios son elementos perfectos para aportar la calidez que buscamos. Si va a utilizar varios complementos en tonos dorados, lo mejor es que no estén bañados totalmente en oro. Puede ser un espejo, servilleteros y hasta un mueble.