Durante este septiembre la escuela Club Mauricio Báez, del sector Villa Juana, celebra el 40 aniversario de su fundación.

La ocasión encuentra al centro en un imponente plantel que dista mucho de las enramadas del club deportivo que le da su nombre y donde se dictaron sus primeras lecciones.

Con once aulas, salón de maestros, de psicología, auditorio y cancha deportiva, la escuela es uno de los mayores logros de la comunidad, ya que emanó de la necesidad educativa existente y de la sensibilidad social de sus moradores.

Los inicios

La directora, Nelly Pozo, explicó que en principio las clases se impartían en pisos de tierra, bajó un árbol y que, aún sin salarios, profesores y jóvenes de la comunidad se dedicaban a la docencia.

Recuerda que desde su apertura el centro se hizo muy popular, debido a que existía una gran demanda de espacios de estudio para los niños de la barriada, las inscripciones las abríamos sólo por dos horas porque se llenaban los cupos, contó Pozo, quien enseña en la escuela desde sus humildes orígenes y antes de obtener su título de educadora.

Gladys Ayala, Cecilia Guerra, Xiomara De los Santos, Andrés Marte, Rafael Pozo, María Altagracia Saveri, Héctor Gómez, Bélgica Mercedes, José Heredia, Nelly Manuel Doñé, Carmen Lidia Rojas y Josefa Vitoria, actual subdirectora, son otros profesores que forman parte de la historia del centro educativo.

Aunque en principio su matrícula era de unos 80 alumnos, en su mayoría residentes del sector, la escuela ha evolucionado a 822 muchachos, que llegan desde los ensanches La Fe y Espaillat, Villa Juana, Villa Consuelo y Villa Mella, entre otros.

Pasado

Cuando en 1970 se iniciaron los trabajos para reacondicionar el club Mauricio Báez, la escuela fue trasladada a la casa de la familia del periodista Leo Corporán, editor de Deportes de El Nacional, en la calle Virgil Díaz 23. Corporán todavía está vinculado a la escuela, coordinando proyectos de cooperación con los centros culturales y deportivos de Villa Juana.

Después de dos años, la escuela regresó al club, donde funcionaba entre los camerinos y pasillos de la recién inaugurada estructura.

No fue sino hasta 1990, tras 21 años de que se fundara la escuela, cuando el Estado entregó el edificio donde funciona actualmente. Las comodidades del nuevo plantel permitieron extender la oferta docente, que sólo llegaba al quinto curso, hasta el octavo, de manera que comenzaron a salir las primeras promociones del nivel básico.

De igual forma, la educación se amplió a dos tandas diarias de clases.

Escuela de fiesta

Por primera vez en su historia el centro educativo celebra uno de sus aniversarios, así que los 40 años de la escuela Club Mauricio Báez fueron conmemorados por lo alto con una cena de gala para el equipo directivo y docente.

Asimismo, el 15 de septiembre -día en que se fundó la escuela en el año 1969- entregaron 15 placas de reconocimiento a maestros, por su destacada labor.

Como apuntó Pozo, en todos sus años de historia el cuerpo docente ha sufrido sólo unos cambios leves, de manera que la mayoría de profesores nombrados en 1990 permanecen todavía laborando en las aulas.

Las claves

1. Historia de sacrificios

La escuela Club Mauricio Báez es un logro de la comunidad, que la fundó y forjó con sus propios esfuerzos y en base a sacrificios. En sus primeros años, jóvenes de la comunidad hacían de profesores, aún sin recibir sueldo alguno.

2. La escuela triste

A la escuela dominicana le hace falta más arte, a juicio de la directora de la escuela Club Mauricio Báez, como una forma de cambiar la tristeza que dice le caracteriza.