Montellano, Puerto. Plata.  En condiciones precarias funciona la escuela primaria de la  comunidad de Arroyo de Leche, de este municipio,   que alberga a decenas de niños en unas  instalaciones a medio construir, en las tandas matutina y vespertina.

El presidente de la junta de vecinos de la comunidad, José Antonio Alcántara, al deplorar las condiciones en que se encuentra el plantel, dijo que “ya no encontramos a quién gritarle y pedir la solución de este problema, pero seguiremos luchando, porque lo importante es que  concluyan los trabajos de construcción de esta escuela”.

Alcántara recordó que en 1989 la fundación hindú “Ananda Marga” dispuso la reconstrucción de este plantel, el cual era de madera, pero presentaba condiciones precarias para que los niños de Arroyo de Leche recibieran clases.

Explicó que el plantel carece de ventanas, puertas, piso, persianas, techo, energía eléctrica, sanitarios y servicio de agua potable.

La situación para los niños, que apenas tienen esta precaria estructura  para estudiar, se agravó cuando los directivos  y miembros de la fundación  se marcharon a La India, sin que ofrecieran alguna explicación al respecto, dejando las instalaciones  a medio construir.

El profesor Jhon Luis Mejía, quien lleva varios años  impartiendo clases a estos niños, dijo que en Arroyo de Leche “hemos sido olvidados por quienes pueden resolver el problema de esta escuela”.

Mejía afirmó que esta escuela de apenas dos aulas se encuentra en estado deplorable y en total abandono.

El educador  dijo que los niños de esta localidad pudieron iniciar la docencia este año “por la generosidad que hemos demostrado los profesores que laboramos en este plantel”.

Las claves

1.  La escuela

La escuela de la comunidad de Arroyo de Leche, de apenas dos aulas, fue dejada a medio construir, y se encuentra en deplorables condiciones.

2.  Situación precaria

Carece de ventanas, puertas, piso, persianas, techo, energía eléctrica, sanitarios y servicio de agua potable.

3.  Fundación hindú

El plantel fue iniciado por la fundación Ananda Marga, pero fue dejado a medio construir.