Nos ha llamado la atención una comunicación dirigida a este medio escrito, en donde se resalta la presencia y labor de los Médicos Especialistas de Emergencias (Emergenciólogos), lo que nos motivó a listar los pocos avances oficiales realizados en el área de emergencias, tanto pre como intra hospitalaria.

Estos datan de la década de los 90, con la fundación en mayo del 1994 de la Escuela de Técnicos de Emergencias Médicas, del Hospital Docente Universitario “Dr. Darío Contreras”, proyecto que estuvo a cargo de la pionera doctora Zaida Isabel Gómez Mirabal y el ilustre Dr. Tito Suero Portorreal, graduando en abril del 1995 los primeros Técnicos de Emergencias Médicas nacionales, promoción de la cual fuimos miembro.  En otrora las víctimas que sobrevivían al precario transporte pre hospitalario existente y llegaban a las salas de emergencias, prácticamente ingresaban a una lotería en la que su premio sería vivir, galardón que no todos los necesitados lograban; en esos momentos observábamos como galenos, de manera fortuita y a veces improvisada, intentaban retener la vida de los afectados.

Mucho ha llovido desde esos tiempos, y nuestras esperanzas han aumentado, ya que los índices de mortalidad de quienes llegan a las emergencias nosocomiales han mejorado para bien; esto en parte debido a la existencia de estos especialistas adiestrados en la atención rápida y efectiva, no sólo de los politraumatizados que arrojan los accidentes de tránsito, sino también cualesquiera de las urgencias que se presentan en los centros donde prestan servicios.

Hemos escuchado y comprobado que desde el año 2003, seis nosocomios nacionales cuentan con la Residencia de Emergenciología o Emergentología, unido a que algunos de los egresados ya disfrutan de nombramientos en centros como “Marcelino Vélez”, “Avanzada de Herrera”, “Plaza de la Salud”, “Médico Oriental”, “Dr. Bournigal” (Puerto Plata), “Corominas” (Santiago), “Siglo XXI” (San Francisco de Macorís) y en los hospitales Darío Contreras, Vinicio Calventi y Salvador B. Gautier, lo cual nos llena de regocijo; pero, por otro lado, nos sorprende que aún existan clínicas que no presten  espacio para estos profesionales de la salud, y en pleno siglo XXI tengan en sus salas de emergencias a personas que no cumplan con estas habilidades, poniendo en riesgo la vida de quienes llegan solicitando la estabilidad inmediata de su organismo.  Nos sorprendió aún más el hecho de que una clínica que presta servicios exclusivamente a los maestros, en lugar de asegurar o ampliar sus servicios con estos Doctores, actúa de forma contraria y recientemente desplazó a los pocos facultativos que tenía nombrados.

Según la Sociedad de Dominicana de Emergenciología (SODOEM), existen pocos Emergenciólogos egresados (treinta y siete) los cuales cuentan con las destrezas necesarias para estabilizar a los pacientes hasta la llegada del Médico Especialista específico; es decir, esos profesionales garantizan la vida del lesionado o enfermo hasta que el afectado sea intervenido, o ingresado a cuidados intensivos, si es el caso; y solo  un pequeño porcentaje se encuentra laborando oficialmente.

Solo nos resta exhortar a las clínicas y centros de atención así como al Ministerio de Salud, adentrarse en la modernidad, valorar e ingresar en su fuerza laboral  a estos profesionales.