La escuela pública

La escuela pública

El sistema dominicano de instrucción pública está conformado por 6 mil 918 centros docentes servidos por 67 mil, 251 maestros. Más del 80% de los profesores de escuelas públicas son titulados de institutos y de universidades nacionales y extranjeras. Los beneficios de nuestro sistema estatal de educación alcanzan a un millón, 994 mil 577 escolares situados en tres niveles de enseñanza: Inicial, Básico y Medio, este último con dos modalidades: secundaria y técnico profesional.

Más del 75% de los escolares dominicanos de edades comprendidas entre los 5 y 14 años cursan estudios en escuelas públicas. Lo que hace que la escuela dominicana sea preponderantemente pública.

Los bachilleres egresados de nuestros mejores liceos pueden cursar estudios en cualquier universidad de aquí o del exterior. Verbigracia, en la actualidad, más de tres mil de ellos, cursan estudios de grado y de postgrado en universidades francesas, japonesas, coreanas, cubanas y norteamericanos becados por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Hasta hoy, ninguno ha sido devuelto ni por mala conducta ni por bajas calificaciones.

Los departamentos de relaciones públicas de educación deben de promover más las escuelas del sistema y publicitar menos las figuras de sus principales autoridades.

Aun así, cabe decirse que el sistema dominicano de instrucción pública no termina de alcanzar los niveles de calidad deseados. Todavía la capacidad administrativa del mismo es deficiente. Es muy baja su cobertura en los niveles iniciales y medios. Los índices de repetición y deserción son excesivamente altos y las destrezas de muchos de sus egresados no son adecuadas para el empleo. El currículo reformado no ha podido ser implementado a cabalidad. El número de aulas, materiales y equipos es insuficiente.

¿Dónde se originan esas deficiencias? Diríamos que en un exceso de centralización de las funciones administrativas y de toma decisiones; en ciertas deficiencias en los mecanismos de planificación; en la falta de supervisión y de apoyo a las labores educativas; y en una insuficiencia manifiesta de recursos económicos.

El Sistema Dominicano de Instrucción Pública es el peor financiado de la América española.

El presupuesto de educación de este año es de RD$37,428.7 millones, más de 20 mil millones de pesos menos que lo que acuerda la Ley General de Educación 66-97, formulada por todos nosotros tomando muy en cuenta el costo de funcionamiento efectivo de un sistema de instrucción pública que nos permitiera alcanzar y hasta sobrepasar los Objetivos del Milenio.

El presupuesto de educación del año entrante como porcentaje de nuestro producto bruto interno (entre 1.9 y 2.3% del PBI) está muy alejado del promedio de las inversiones en educación de los países latinoamericanos.

A pesar de los pesares, hoy la República Dominicana cuenta con mejores escuelas, con mejores universidades, con maestros y catedráticos mejores formados, y con más profesionales capacitados en casi todas las ramas del saber que años atrás.

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