El problema de la emigración masiva hacia las ciudades, no solo es nuestra, es de América, de Asia y de Europa y comenzó después de la Segunda Guerra Mundial, pero ahora es mucho más numerosa, es decir es mundial.
Es que los hombres, mujeres y sus hijos en busca de mejores posibilidades de vida buscan nuevas alternativas de vida, ya que el suelo no crece.
Creemos que el problema de la especulación de los suelos nos llevará a la disminución paulatinamente de la construcción de viviendas muevas e incrementará cada vez más las mejoras de la viejas casonas y edificios antiguos o de pocos años de construcción, y en este aspecto el Gobierno presente y el que surja en las próximas elecciones, tendrá que desarrollar un gran programa de viviendas para ayudar su adquisición de parte de las familias sin recursos o pocos ingresos, de lo contrario inmensos tugurios y el malestar social será peor que el ataúd.
Me preocupa la acción que tendrá que ejercer el Gobierno en nuestro país, pues los atropellos a los más necesitados será peor que el que ejerció la policía contra los legisladores y nuestra juventud, de tal manera que se hizo recordar a aquellos días terribles que vivimos en la era de Trujillo, lo cual nos parece que ya estamos frente de una nueva tiranía, porque humillar y empujar a nuestros legisladores y nuestra juventud de esa forma se está ya viviendo la ceguera de la nueva dictadura.
¡Tenemos que estar atentos y unidos para combatir a los nuevos torturadores de nuestra nación!
Para obtener mejores valores para la venta de las pequeñas casas y apartamentos, necesitamos que sean reducidos los impuestos a los solares, los que se pagan por permisos de construcción y transferencias de viviendas a los préstamos, pero también las formas de pagos de los adquirientes y crear un sistema especial para aplicar una porción de los alquileres de modo que los sin techos propios puedan rentar un apartamento o una casita con opción a compra, mediante el pago de los alquileres.