La Estrategia Nacional de Desarrollo

La Estrategia Nacional de Desarrollo

La Estrategia Nacional de Desarrollo, Proyecto impulsada por el hoy Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, desde mi punto de vista, es una excelente iniciativa.

El país necesita un “Proyecto de Nación”, que defina la ruta a seguir durante un período de tiempo lo suficientemente largo que permita desarrollar y poner en práctica las iniciativas necesarias para llevar a la República Dominicana, a un nivel de progreso económico y social que posibilite a los estratos de menores ingresos, tener mejores oportunidades, y alcanzar un nivel de vida más digno y justo, y a todos sus ciudadanos poder disfrutar de una democracia funcional y verdadera, sin importar qué partido se encuentre en el poder.

Para que una acción como la mencionada sea exitosa, es imprescindible el compromiso de todos los sectores de la vida nacional, quienes anteponiendo sus intereses y ambiciones, deberían aunar esfuerzos para darle vida y continuidad a una carta de ruta que de concretarse podría verdaderamente cambiar nuestras pobres perspectivas actuales.

Aunque el Presidente acaba de enviar al Congreso el Proyecto de Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo, a nosotros ésta nos parece desamparada y falta de apoyo, pues muy pocos lucen estar comprometidos con ella.

Creemos que aunque la idea es positiva y tiene un muy buen soporte técnico, la venta de la misma fue mal enfocada, pues el fin último de esta estrategia es convertirse en una Ley, y todos sabemos que nuestro país está lleno de leyes y disposiciones constitucionales que no se cumplen.

En las naciones en donde estas iniciativas han sido exitosas, hemos visto que casi siempre las mismas, más que  proyectos de leyes, fueron acciones impulsadas por fuerzas sociales ajenas al gobierno, que después de haber ganado el apoyo necesario, involucraron a las instancias gubernamentales correspondientes para convertirlas en una realidad operativa, única manera de despolitizar y legitimar lo que debe ser algo de interés colectivo.

Aunque se hicieron esfuerzos para socializar, difundir y explicar la “Estrategia”, no me parece que de esa serie de reuniones surgieran verdaderos compromisos.

Otro factor que dificulta el que todos los sectores asuman como suyo este Proyecto, es la falta de credibilidad que suscita en gran parte de la ciudadanía,  el gobierno y la clase política.

No hay dudas, de que en estos momentos complicados que atraviesa la humanidad, necesitamos más que en ningún otro la definición del camino a transitar durante los próximos años.

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