A pesar de que no han perdido su funcionalidad, los estantes han cambiado mucho con el paso del tiempo. Ya no es ese cajón grande con espacios para poner el equipo de música y ciertos adornos; muchos de esos, objetos se han movido de lugar porque el estante está diseñado para lucirse en sí mismo con formas más modernas y llamativas.
Uno de los cambios más notables es que los más modernos ya ni siquiera tocan el piso, sino que se limitan a soportes suspendidos del techo o empotrados en la pared.
La madera era el material por excelencia para elaborarlos, pero ahora se usan más otros materiales como el metal o plástico, siempre en estructuras funcionales y sencillas.