La exuberante Carmina Burana cierra temporada sinfónica

La exuberante Carmina Burana cierra temporada sinfónica

La Diosa Fortuna “emperatriz del mundo”, esparció sus efluvios sobre el Teatro Nacional la afortunada noche del pasado miércoles, cuando  fue presentada la Cantata Escénica Carmina Burana, del compositor alemán Carl Orff, con la que  finalizó la Orquesta Sinfónica Nacional su exitosa Temporada de este año.

Junto a la Orquesta participaron el Coro Nacional, bajo la dirección de Simón César Novas y Edwin Disla, el Coro del Poder Judicial, dirigido por Elioenai Medina, y el Coro de Concierto del Centro de Educación Musical Moderna, conducido por Laurina Vásquez Espinosa.

Escuchar esta monumental obra es descubrir la genialidad de la creación musical, valorarla en su conjunto, en la suma de sus elementos,  más allá de las individualidades, e introducirnos en ese  mundo artificioso  que nos propone y que finalmente nos seduce. 

Carl Orff se inspira en manuscritos de los siglos XII y XIII descubiertos en el monasterio alemán de Benediktbeuren en 1803, y produce una de las obras más importantes del siglo XX,  una verdadera apoteosis del amor y la juventud de los goliardos de disipada vida que vivieron en aquellos  lejanos siglos  medievales.

El concierto.  La Cantata inicia con el poderoso himno a la diosa Fortuna, de ritmo avasallante, cortas frases rítmicas producidas con abundante instrumental de percusión, y voces corales en alta tesitura que dan la tónica a esta  subyugante composición.

El siguiente fragmento “La Primavera” es una descripción gráfica del amor, los coros canta los encantos de la estación, el sol resplandece, y luego se escucha el bello y antiguo canto  “Chume, Chum, geselle mim” –Ven ven muchacho mío-.

La intervención del barítono Jason Stearns, da un nuevo matiz,  a su potente  voz se une un gran histrionismo.

A continuación el segmento “En la taberna” da paso al solo del tenor Michael Daniel Bicoy, con voz en falsete, la “Fortuna, variable como la luna”, entra en momento decreciente.  “La Corte del amor” es el título de la sección siguiente y es la parte más lírica de la obra.

Dos flautas susurran una hermosa melodía, luego interviene  la soprano,  Paola González envuelta en nostálgicas armonías muestra la belleza de su voz en una canción mística que se decanta en los finísimos agudos, en definitiva fue una gran noche para la joven soprano, la fortuna le sonríe. La intervención del coro  Infantil es un punto a destacar por su acabada afinación.

Los coros, la orquesta y los solistas como partes de un todo grandilocuente, producen el climax, que nos remite al punto de partida, ¡Oh,Fortuna!, finalmente  una vez más ha girado la rueda del destino, nada más.

El maestro.  El responsable de la instrumentación de  esta monumental obra, es el maestro José Antonio Molina, Director de la Orquesta Sinfónica Nacional quien  tras un largo proceso, pudo ensamblar cada una de las partes, teniendo como resultante un trabajo digno de los mejores merecimientos;  dirigiendo esta vez sin partituras, el talento de José Antonio una vez más queda evidenciado.

La Orquesta inmensa utilizando todas las familias incluyendo instrumentos de uso ocasional, logró una calidad notable.

Los  coros mixtos tuvieron momentos impresionantes, otros con ligeros inconvenientes de afinación en las voces masculinas sin que esto empañara la belleza del todo. 

La noche musical espléndida, como ya es una costumbre, inicia desde la llegada al teatro,  cuando el público es recibido en el “lobby”  por una orquesta  juvenil, esta vez, la Orquesta de Vientos de Andrés Vidal.

Felicitaciones a todos los involucrados en esta Temporada Sinfónica y de manera especial a José Antonio Molina.

Carmina Burana.  Los manuscritos medievales encontrados en el monasterio alemán de la Alta Baviera, abarcan unos 200 versos y cantos de amor que solían entonar los goliardos vagantes de los siglos XII y XIII, escritos en una mezcla de idiomas, partes en alemán medieval  y otros en latín popular.

Orff seleccionó 24 textos uniéndolos por la idea fundamental de la “Gran Rueda de la Fortuna, emperatriz del mundo” que gira y gira sin cesar; eligió por nombre la palabra latina para canciones –carmina- en combinación con la denominación latinizada del convento: burana –Beuren-, literalmente el nombre significa “Canciones del Convento”. Orff, la concibió como Cantata escénica, para integrar la danza. Fue estrenada en Munich el 8 de junio de de 1937.

En República Dominicana.  Carmina Burana fue presentada por primera vez en el país como ballet, con música grabada en el año 1980 por Carlos Veitía, en   las Ruinas de San Francisco,  interpretando la Diosa Fortuna, Lourdes Ramírez.

En el año 1988 se presenta como Cantata Escénica con Orquesta Sinfónica dirigida por Carlos Piantini, Coro Nacional y el Taller de Danza Moderna y coreografía de Eduardo Villanueva, Lourdes Ramírez encarna nueva vez a la Diosa Fortuna.

Zoom

Un poco más

La última vez

En el año 2002 se presentó la  Cantata, con espléndido formato escenográfico,  para celebrar el XXIX Aniversario del Teatro Nacional,  interviniendo  el Coro y  el Ballet Nacional, la Sinfónica dirigida por Álvaro Manzano  y  los solistas, Obed Ureña –barítono-, Modesto Acosta –tenor- y la soprano puertorriqueña Magda Nieves. La  Diosa Fortuna fue interpretada por Mary Louise Ventura.

Invitados este año

En el cierre la soprano Paola González, el barítono Jason Stearns y el tenor Michael Daniel Bicoy.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas