La fábula alegórica de Rivera Almodóvar

La fábula alegórica de Rivera Almodóvar

“Muerte por inanición “, es el título del artículo publicado en este periódico HOY el miércoles 10 de agosto por el señor Eusebio Rivera Almodóvar. Se trata, como el mismo autor explica, de una alegoría inspirada en la deuda externa. Es más bien, una fábula alegórica, nacida de una mente ágil que fabrica con ejemplos personificados que reflejan sentimientos ocultos traídos maliciosamente por los cabellos para tratar de dibujar las calamidades de una deuda externa que no pagarán ninguno de nuestros descendientes vivos y que el autor, muy bien pudo describir de otra manera, sin marchitar la memoria de dos personajes, que en vida sirvieron dignamente a nuestra sociedad y cuyas memorias han recibido permanentemente el respeto de sus conciudadanos.
Lo imprudente y desacertado de la fábula del señor Rivera Almodóvar es la creación de los personajes que a su propio entender representan el “pueblo” y el “gobierno”, Cuchito y Don Cucho, ellos son los protagonistas de esta alegoría de mal gusto fruto de una fantástica imaginación capaz de trasladar épocas y escenarios que nunca existieron y que jamás podrían ajustarse a las imaginarias visitas frecuentes a colmados, a la participación interactiva en programas radiales ni mucho menos al uso indebido de tarjetas de crédito, figuras inexistentes en la época real que tocó vivir a los principales actores de la fábula.
Los lectores del periódico HOY y sobre todo aquellos que tiene el privilegio de acceder a los artículos de opinión como el de marras, conocen perfectamente la trayectoria de los personajes protagónicos de este desafortunado escrito. Don Cucho y Cuchito, padre e hijo no pueden ser inventados sino mencionados, no son fruto de imaginación alguna sino reales, conocidos el primero por su larga participación política en épocas muy difíciles a las cuales sobrevivió por muchos años gozando de la consideración y respeto de los que le conocieron y cultivaron su amistad. Del hijo Cuchito, inolvidable personaje y gloria del Periodismo Nacional, debe ser el propio periódico al que dedicó buena parte de su vida, y sirvió con devoción y lealtad, el que hable por él y defienda su memoria.

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