La falacia del presidente: cólera y Reglamento Sanitario Internacional

La falacia del presidente: cólera y Reglamento Sanitario Internacional

En su viaje a  Europa, Medio Oriente y nuevamente a Europa, en una gira al parecer más de placer que oficial, mientras el país afronta una grave crisis económica y su partido el PLD, de la cual es el presidente se preparaba en el tramo final de la convención para elegir al candidato presidencial para las elecciones del próximo año, el presidente miente al decir que sólo han muerto 13 personas de cólera en el país, cuando al momento de su declaración ya sumaban 46 mal contados, y a la fecha del envío de este artículo, la prensa señalaba 50.

 Esta declaración falaz, que para algunos podría justificarse  para tratar de disminuir el problema del cólera y no asustar a las agencias Tour operadoras europeas que envían sus turistas a República Dominicana, en vez de darle credibilidad al presidente y por ende al país, lo que hace es todo lo contrario.

 O, ¿se le olvidó al presidente Fernández que el país es signatario dentro de los 194 países de todo el mundo del Reglamento Sanitario Internacional? Este reglamento firmado la última vez en el 2007, es un instrumento jurídico internacional de carácter vinculante para los 194 países, entre ellos todos los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud -OMS- que tiene por objeto ayudar a la comunidad internacional a prevenir y afrontar riesgos agudos de salud pública susceptibles de atravesar fronteras y amenazar a poblaciones de todo el mundo.

Este reglamento obliga y léase bien, obliga a los países a comunicar a la OMS los brotes de ciertas enfermedades y determinados eventos de salud pública. A partir de la experiencia única de la OMS en materia de vigilancia y alerta sanitarias y de respuesta a las enfermedades en el mundo, el Reglamento Sanitario Internacional define los derechos y obligaciones de los países en cuanto a la notificación de eventos de salud pública e instruye una serie de procedimientos que la OMS debe seguir en su trabajo para proteger la salud pública mundial.

Este reglamento se está cumpliendo cabalmente en todos los países después de la gripe aviar que hubo en China y no fue denunciada, diagnosticándose en Canadá en un grupo de canadienses que viajaron a ese país y causó la muerte de un buen número de ellos. Si en verdad causó un gran pánico mundial no se extendió lo suficiente por todo el mundo,  sin embargo, hubo pérdidas en vidas humanas y  entre 30 y 50 billones de dólares americanos.

En la pandemia mundial de la gripe A H1N1 todos los países incluyendo el nuestro, aplicaron el reglamento en las medidas de sus posibilidades y por primera vez en todo el mundo se confirmó el éxito del mismo, por lo cual no hay duda alguna para continuar respetándolo.

En esta Era de la comunicación, todos los departamentos de epidemiología a nivel mundial han constituidos redes interconectadas y se está al tanto de lo que pasa en cualquier país signatario.

Es por todas estas razones que en el presente y futuro las personas y principalmente los dignatarios deben hablar con transparencia para que no se burlen de ellos ni del país que representan.

Ya no se puede continuar con las prácticas de los principios de los años setenta, que el presidente y oficiales de Salud Pública en sus discursos hablaban al país de cifras de mortalidad infantil más bajas que las reales, y cuando querían solicitar ayudas o préstamos internacionales, mencionaban cifras más altas.

Ya es hora de que el país enrumbe su futuro por un camino mejor. 

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