Súper femenina, glamorosa y elegante. Así podemos definir la falda lápiz o tubo, una prenda que hizo historia en los románticos años 40 y 50 y que ha retornado como pieza siempre especial en el armario de la mujer.
Su largo es inconfundible: sobre las rodillas o unas pulgadas por debajo de ella, si la sube a nivel de las incontenibles minis… pierde su glamour.
¿Colores preferidos? No los hay, porque puede llevarla tanto en un negro profundo, como en un gris plomo, verde seco, o cualquiera degradación de rojos, amarillos, azules… y en blanco.
El problema es cómo combinarla. Usted decidirá, pero aquí le damos nuestras sugerencias: una elegante blusa, un T-shirt cuello tortuga, si trabaja en aire acondicionado, o una camisa de manga larga.
En caso, de que combinarla con una chaqueta, escoja una corta y de manga larga, todo dependerá de su silueta. Las faldas lápiz no deben ser muy entalladas a la figura, porque al caminar se arruga la tela y pierde la elegancia. Algunos modelos vienen con pretina, otros no: escoja el que más le convenga.
El zapato de tacón es el favorito para este estilo de prenda. Permitirá que luzca fabulosa.