La falsa realidad (Pareidolia)

La falsa realidad (Pareidolia)

Si nos hacemos la pregunta de cuál es la verdadera realidad, la respuesta lógica sería que es el resultado organizado de los estímulos que recibimos de nuestros cinco sentidos, lo que vemos, olemos, tocamos etc. y de nuestra propia experiencia  -localizada en nuestras memorias- pasadas y recientes.

Pero en ocasiones nuestro cerebro nos hace percibir ¨irrealidades¨ produciéndose la llamada pariedolia, que  es el apreciar en nuestros cerebros alteraciones perceptivas en las que, a partir de un campo  real de percepción escasamente estructurado, el individuo cree percibir algo distinto, mezclando lo percibido con lo fantaseado.

Es una forma de ilusión o percepción engañosa que se diferencia claramente de las alucinaciones, sudoalucinaciones, alucinosis o metamorfopcias. Ejemplos comunes: cuando vemos imágenes específicas en las nubes, imaginarnos ver el rostro de alguien ausente en una pared, o  una cortina, el ver ovnis en un lucero de la noche, fantasmas en un árbol en la nocturnidad, espíritus en movimiento ante simples reflejos, o  ¨ver¨ críptidos en cualquier animal.

Esta no es una condición médica como serían las alucinaciones secundarias a enfermedades  como: esquizofrenia, epilepsias, intoxicaciones, la drogadicción, etc., no, en la pareidolia hay una simple mala interpretación cerebral, secundaria tal vez a una inatención o a un  momento de estrés o de fatiga cerebral. Nuestro cerebro siempre trata de darle una explicación lógica a todos los estímulos que recibimos y de una forma coherente hacerse un juicio acabado,  sabemos que cada pensamiento se podrá alterar por numerosos factores que van desde nuestro estado de ánimo hasta el cansancio físico y mental, es decir que esa dicotomía de lo que es real o irreal tiene numerosos factores que participan de esa compleja acción de ¨pensar¨ -la más importante del ser humano-.

La interpretación de la realidad puede hacerse de manera errada y esa es la pereidolia, una simple apreciación errada de la realidad, que expresa nuestra actitud de identificar todas las estructuras a nuestro alrededor – lo hacemos de manera automática-, pero que en ocasiones hacemos una mala ¨identificación¨, dependiendo de nuestras propias experiencias, creencias religiosas, temores, lo que esté de moda en ese momento, insinuaciones de terceros y por encima de todo nuestro estado mental.

En neurología hay eventos cerebrales que se expresan con falsas percepciones de la realidad. Entre los más comunes están las alteraciones visuales en las migrañas clásicas, en las epilepsias hay los llamados déjà-vu y jamais-vu, que son parte de eventos convulsivos y en casos más delicados el inicio del Alzheimer o tumores cerebrales principalmente de localización occipital o temporal, pueden producir alteraciones en la percepción de la realidad. Estas son condiciones orgánicas en las que sí hay razones para que se produzcan. En psiquiatría en la esquizofrenia y los estados de somatización de las angustias, el paciente oye y ve cosas, son alucinaciones. De estas alteraciones en la percepción están llenos los libros de religión (hierofanía),  hasta la Biblia tiene ejemplos de  estos fenómenos de percepción anormal, igual la producción de muchos intelectuales –principalmente escritores y pintores-.

La pareidolia, en si no es una condición médico-psiquiátrica anormal, a todos nos ha pasado alguna vez, en algunas circunstancias en la que nuestro cerebro nos engaña en una errada interpretación de nuestros sentidos. Esto tiene importancia cuando las percepciones erradas se repiten, entonces la ayuda médica es mandatoria.

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