«La falta de alimentos es un mito persistente»

«La falta de alimentos es un mito persistente»

POR STEPHEN LEAHY *
LONDRES (Tierramérica). La actual crisis alimentaria ha revivido el mito de que el mundo no produce suficiente comida para toda su población, afirma Michel Pimbert, autor de un nuevo estudio que propone revalorizar la producción local.

La crisis es una manufactura del sistema global de mercado, sostiene Pimbert, director del Programa de Agricultura y Biodiversidad del Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo (IIAD), con sede en Londres.

Hay que desandar la globalización y evolucionar hacia la producción alimentaria local, que permita a la gente controlar su propia nutrición, ingresos y economías, desde los hogares hasta el plano regional.

Pimbert expone sus ideas en la publicación en Internet «Towards Food Sovereignty» (Hacia la soberanía alimentaria), que incluye vídeos y audios con testimonios de agricultores, indígenas y consumidores.

Los primeros tres capítulos están disponibles gratuitamente en el sitio web del IIAD (http://www.iied.org/).

Pimbert no es el único que reclama cambios de rumbo en la agricultura.

El 15 de abril, la Evaluación Internacional del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD, por sus siglas en inglés) difundió investigaciones de varios años y concluyó que seguir con las prácticas agrícolas habituales conduce al desastre.

Aunque no tomó parte directa de los trabajos de la IAASTD, Pimbert afirma que su investigación fue paralela, al trabajar directamente con pastores y agricultores tradicionales para incluir sus puntos de vista, en general marginados.

Tierramérica dialogó con Pimbert en su oficina de Londres.

Tierramérica: –Muchos funcionarios e instituciones reclaman una mayor producción alimentaria para resolver la crisis de la carestía. ¿Qué piensa usted?

Michel Pimbert: –Que no hay bastante comida para alimentar a todos es un mito persistente. Las cuestiones 6reales son la distribución de los alimentos y la desigualdad de los ingresos.

Entidades como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) reclaman más investigación para elevar los rendimientos de las cosechas. Es más de lo mismo. Nadie se fija en el acceso a los alimentos y a la tierra. Es mucho más fácil hablar sobre cuestiones tecnológicas que sobre el panorama completo.

Es momento de mirar qué es lo que está mal en el sistema alimentario mundial y hallar maneras de que funcione mejor, especialmente para las comunidades pobres y marginadas.

— ¿Qué son los sistemas alimentarios locales?

— Comienzan en el hogar y se expanden al vecindario, el municipio y la región. Junto a la producción alimentaria se incluye el procesamiento, distribución, acceso, consumo, reciclaje y disposición de residuos. Varían mucho entre un lugar y otro y son la base del sustento, la cultura y el bienestar de cientos de millones de personas, en su mayoría de naciones en desarrollo.

— ¿Cuáles son las ventajas de producir los alimentos en el mismo lugar donde se consumen?

— Es mucho más democrático, ofrece más control a los ciudadanos. Es ecológicamente más sustentable y más adaptable a las condiciones cambiantes.

Mantiene los recursos dentro de la comunidad y genera más ingresos locales. Además, potencia la diversidad cultural, reflejando la historia y las circunstancias de cada lugar. Después de todo, la comida es cultura.

— ¿Qué hay que hacer: crear o fortalecer sistemas alimentarios locales?

— Gobiernos, corporaciones internacionales y otras elites marginan o directamente amenazan los remanentes de estos modelos y los ecosistemas de los que dependen. Treinta años de políticas neoliberales han devastado la producción local con el comercio desleal (dumping) de alimentos fuertemente subsidiados de las naciones ricas a las pobres.

— ¿Cómo recuperar la producción local en un país destruido como Haití, por ejemplo, donde ha habido disturbios por falta de alimentos?

— Lo primero es observar las políticas que impiden o dificultan el surgimiento de estos sistemas. Detener las importaciones de alimentos baratos subsidiados sería un primer paso. Se puede lograr que los sistemas alimentarios sean justos y sostenibles. Pero se necesitan políticas nacionales e internacionales que promuevan la soberanía alimentaria junto con fuertes federaciones de organizaciones locales.

La protección de la agricultura nacional es indispensable en muchos países pobres. Es interesante que varias naciones estén haciendo eso precisamente ahora. India, por ejemplo, rechaza el principio de la Organización Mundial del Comercio de que hay que abrir los mercados, pues intenta controlar su propia seguridad alimentaria.

— ¿Qué quiere decir para usted soberanía alimentaria?

— Es el derecho de las poblaciones a decidir sobre sus alimentos y agricultura. Tiene que ver con regenerar una diversidad de sistemas alimentarios autónomos basados en la equidad, la justicia social y la sustentabilidad ecológica.

— ¿Qué impacto puede tener en este proceso el encarecimiento del petróleo y de la energía?

— El sistema agroindustrial global es muy dependiente de la energía barata. Se requieren entre 10 y 15 unidades de energía para producir una unidad de energía alimentaría

Panorama mundial

HONDURAS
Calor dispara incendios forestales  y una densa capa de humo

TEGUCIGALPA. Honduras enfrenta una intensa ola de calor que causa unos seis incendios forestales diarios y una densa capa de humo que ha obligado al cierre temporal de las principales terminales aeroportuarias y la reprogramación de vuelos.

«Sólo esta semana se ha reportado la pérdida de 120 hectáreas en zonas aledañas a la capital», dijo a Tierramérica Manuel Zelaya, oficial del Cuerpo de Bomberos, quien agregó que más de la mitad de los incendios se concentran en la central región de Francisco Morazán.

Tegucigalpa se encuentra cubierta por una densa bruma que causa enfermedades respiratorias, especialmente en menores, y conjuntivitis.

Las autoridades meteorológicas atribuyen la ola de calor al cambio climático, ya que se ha retrasado el invierno hondureño, temporada de lluvias, que se inicia en mayo.

Mexico
Hallazgo para limpiar suelos  de DDT

MÉXICO. Colocar fuentes de carbono alternas sobre terrenos contaminados con DDT elimina hasta 60 por ciento de ese insecticida, un contaminante orgánico persistente, indica una investigación de la Universidad Autónoma de México (UAM).

El estudio aún en curso es prometedor, pues demostró en laboratorio que se puede degradar gran parte del DDT (dicloro difenil tricloroetano) caído en los suelos, sin generar residuos. Para hacerlo basta depositar en los lugares contaminados fuentes de carbono como el etanol, la glucosa o el tolueno y fenol, indicó a Tierramérica la maestra en química Adela Ortiz, de la UAM.

El estudio está llamado a ser una solución eficaz y barata para limpiar grandes extensiones, agregó.

Brasil
Prorrogan debate legal sobre recursos genéticos

RÍO DE JANEIRO. El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil decidió prorrogar, por segunda vez, la consulta pública para definir un proyecto de ley de acceso a recursos genéticos, conocimientos tradicionales y reparto de beneficios.

El aplazamiento hasta el 13 de julio respondió a reclamos de comunidades tradicionales e indígenas que serían beneficiados por ese reparto.

Extinción cultural es igual a extinción de la naturaleza

POR MARK SOMMER *

Lead: No podemos remar contra la modernidad, pero sí aprovechar sus herramientas para rescatar el tesoro de las culturas y los ecosistemas que se extinguen, afirma en esta columna exclusiva el periodista Mark Sommer.

ARCATA, California,  Estados Unidos, 19 may (Tierramérica)  Los humanos tenemos varios miles de idiomas, la gran mayoría en las bocas de pequeñas poblaciones de selvas y montañas aisladas, y apenas un puñado en las de miles de millones de personas.

Las lenguas, y sus correspondientes culturas, desaparecen a un ritmo alarmante: la mitad podrían extinguirse en la próxima generación. Lo mismo pasa con las plantas y los animales. Ambas tendencias están estrechamente vinculadas.

En abril, científicos de primera línea se reunieron en una conferencia pionera en el Museo de Historia Natural de Nueva York para analizar estas extinciones gemelas. En mapas multicolores del planeta, los etnobiólogos dibujaron la correlación entre la diversidad biológica y la cultural, a las que llaman “diversidad biocultural”, en una resplandeciente faja que rodea las zonas tropicales de la Tierra.

En selvas y tierras altas, el aislamiento ha coadyuvado a que la gente desarrollara sus propias formas de decir y hacer, sus maneras únicas de ver e interpretar el mundo. De modo análogo, plantas y animales en aislamiento se adaptan a las peculiaridades de sus ambientes.

Pensemos en la remota isla ecuatoriana de Galápagos y sus raras tortugas gigantes. En un mundo de progresiva desaparición de las fronteras, inclusive esas tortugas peligran.

Pero tenemos muchas otras tortugas, ¿verdad? ¿Por qué importa la diversidad?

Los antropólogos y biólogos confirman que la diversidad de vida vegetal y animal es crucial para la riqueza de la cultura humana y para su supervivencia.

Las monoculturas, como los monocultivos, pueden ser muy eficientes en buenas épocas, pero son más vulnerables a los ataques de enfermedades y pestes. En la diversidad descansa la resiliencia, esa capacidad de un organismo o sistema para mantenerse vital y viable aun cuando pierda algunos de sus componentes.

Así como el inversor astuto diversifica su portafolio, la naturaleza se prodiga en diferentes especies de flora y de fauna, de modo que si unas se pierden otras tomen su lugar.

Como especie, hemos sido notablemente desatentos a este axioma.

“La naturaleza ya no confía en nosotros”, dice Vyacheslav Shadrin, cabeza del Consejo de Ancianos de los yukaghir, en el extremo norte de Rusia.

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