LOS ÁNGELES. Otra vez, «diversidad» es la palabra del día en Hollywood. Se acerca la fiesta de los Óscar en medio de una polémica ya usual en la industria del cine: la tendencia a que los artistas nominados sean todos blancos amenaza con enturbiar el ambiente. Ningún actor o actriz de ninguna minoría fue nominado en ninguna de las categorías más importantes por segundo año consecutivo, lo que provocó protestas contra la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense, que organiza los Óscar.

Darnell Hunt, líder del Centro para Estudios Afroestadounidenses Ralph J. Bunche en la Universidad de California en Los Ángeles, describe la polémica –tema de una campaña en las redes sociales bajo el hashtag üOscarsSoWhite (Oscar muy blancos)– como «lo mismo de siempre». «Hollywood es una industria muy aislada. Está dominada por hombres blancos. Siempre ha sido así.

Tienden a rodearse de las personas con las que se sienten cómodos», dijo a la AFP Hunt, quien coescribió un informe anual sobre la diversidad en Hollywood. «Tienden a parecerse a sí mismos: a otros hombres blancos, con la mayoría de los cuales ya han trabajado antes. Y esta práctica se traduce en la estructura de la industria que hemos visto durante generaciones».

El estudio de Hunt de 2015 halló que las minorías étnicas, que constituyen casi el 54% de la población estadounidense, está subrepresentada en todos los frentes, desde los papeles protagónicos hasta los roles de directores, guionistas e incluso participantes de programas de telerrealidad. El problema es casi igual de extenso entre las mujeres, señala el informe, que relevó las 200 películas más importantes lanzadas en 2012 y 2013 y todos los programas de cable y televisión abierta difundidos en la temporada 2012-2013.