Países de África y América Latina sufren una crisis de suministro de oxígeno médico para los pacientes de coronavirus, después de que se ignorasen las advertencias al respecto al inicio de la pandemia. Los médicos dicen que la escasez ha provocado muertes innecesarias.
Instalar una planta de oxígeno hospitalaria toma unas 12 semanas, y hace falta menos tiempo aún para adaptar sistemas de manufactura de oxígeno para usos industriales.
Pero en Brasil y Nigeria, así como en países menos poblados, no empezaron a tomarse decisiones para abordar la falta de suministro hasta el mes pasado, después de que los hospitales se vieran desbordados y murieran pacientes.
La falta de disponibilidad de oxígeno médico “es, creo, una de las cuestiones definitorias de equidad en salud en nuestros tiempos”, dijo Peter Piot, director de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que dijo haber sobrevivido a una infección grave de coronavirus gracias al oxígeno recibido.
Los médicos en Nigeria vigilan con preocupación el tráfico mientras las entregas de oxígeno avanzan por las congestionadas calles de Lagos. Allí, y en otros países, los desesperados familiares de los pacientes acuden en ocasiones al mercado negro. Los gobiernos sólo toman medidas después de que los hospitales se hayan visto sobrepasados y los pacientes mueran por decenas.
En el estado brasileño de Amazonas se descubrió a traficantes revendiendo extintores de incendios pintados para que parecieran botellas de oxígeno médico. En Perú, la gente acampaba en largas filas para conseguir botellas para parientes enfermos.
Sólo después de que se atribuyeran a la falta de oxígeno cuatro muertes en un hospital egipcio en enero y otras seis en Pakistán el pasado diciembre tomaron medidas sus respectivos gobiernos.
Hay una “enorme necesidad crítica” de oxígeno médico en el continente africano, donde viven 1.300 millones de personas, indicó John Nkengasong, director de los Centros Africanos de Control y Prevención de Enfermedades. Es un factor crucial para que los pacientes de COVID-19 sean más propensos a morir allí durante un repunte de casos, señaló.
Ya antes de la pandemia, los 2.600 concentradores de oxígeno y 69 plantas operativas de oxígeno en el África subsahariana cubrían menos de la mitad de la demanda, lo que provocaba muertes evitables, especialmente de neumonía, dijo el doctor John Adabie Appiah, de la Organización Mundial de la Salud.